martes, 20 de octubre de 2020

La tristeza es dirigir la mirada hacia uno mismo, la felicidad es dirigir la mirada hacia Dios. La conversión no es otra cosa que desviar la mirada desde abajo hacia lo alto. Basta un simple movimiento de ojos. Carlo Acutis



 “Lo único que tenemos que pedirle a Dios, en oración, es el deseo de ser santos”

Rezar el Rosario, ir a Misa y tomarse unos momentos de adoración -antes o después de la Eucaristía- formaban parte de su rutina diaria. “El Rosario es la escalera más corta para subir al Cielo”, solía repetir frente a sus amigos para invitarlos a orar con él.

El 10 de octubre pasado, Carlo se convirtió en Beato luego de que el Vaticano comprobara el milagro del niño brasileño, Matheus. De ahora en más, si se prueba un segundo milagro, podría ser santificado.

Por su gran pasión por la tecnología, y por darle a internet un uso útil y noble para llevar la Palabra de Dios, se lo conoce como “Patrono de internet”. El papa Francisco lo puso como un ejemplo para los jóvenes.

 



Cuando confiamos en el Señor, El controla nuestras circunstancias según su propósito, cuando confiamos dejamos de pelear, de huir, de estar iracundos, a la defensiva y le entregamos todas nuestras preocupaciones

 

En el Señor podemos resistir, reconociendo delante de El que somos débiles, incapaces e insuficientes para hacer lo que El nos ha llamado hacer, las cosas que por nosotros mismos no podríamos hacer. 

Experimentamos diferentes temporadas en la vida. Algunas están llenas de alegría, y otras de desánimo y desilusión

 


Fil 4, 10 - 13

El apóstol Pablo nos enseña que al someter nuestra debilidad empieza a actuar el poder de Dios, confiar en El para que nos de la energía y todo lo que sea necesario para para hacer frente a las circunstancias sin angustiarnos sin echar chispas o volvernos hostiles, ni vivir como en una montaña rusa o como un velero en la tormenta, porque Dios me permitirá vivir en quietud y estabilidad que da su presencia.



En todo dad gracias, pues esto es lo que Dios, en Cristo Jesús, quiere de vosotros. 1 Tes 5, 18

 




El Señor de los ejércitos está con nosotros,
nuestro baluarte es el Dios de Jacob.

Los canales del Río alegran la Ciudad de Dios,
la más santa Morada del Altísimo.

El Señor está en medio de ella: nunca vacilará;

él la socorrerá al despuntar la aurora.

sábado, 10 de octubre de 2020

Por nada estén afanosos; más bien, presenten sus peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias. Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará sus corazones y sus mentes en Cristo Jesús (Filip 4:6-7).

 

Lo opuesto a las preocupaciones es la fe. Por fe puedes ir a través de la vida sobre la tierra y tomar todas tus decisiones con confianza porque Dios te guiará en cada detalle. La fe es total, obediencia ciega. La fe es hacer lo que Dios te dice, mucho antes de saber cuál será el resultado. La fe no es entender todo – ¡la fe es hacerlo de todos modos porque confías en el cuidado y orientación perfecta de Dios!

Lee la Palabra de Dios, ora a Él y haz su voluntad a pesar de que no entiendas cada pequeño detalle. ¡Así es cómo puedes buscar primeramente el reino de Dios! Haz esto y Dios cuidará de ti.