sábado, 31 de diciembre de 2016

Señor, hoy queremos pedirte perdón, perdón por el tiempo perdido, por el dinero mal gastado, por la palabra inútil y el amor desperdiciado.


Te presentamos a las personas que a lo largo de estos meses quisimos, las amistades nuevas y los antiguos que conocimos, los más cercanos a nosotros y los que estén más lejos, los que nos dieron su mano y aquellos a los que pudimos ayudar, con los que compartimos la vida, el trabajo, el dolor y la alegría.

“Señor, Dios, dueño del tiempo y de la eternidad, tuyo es el hoy y el mañana, el pasado y el futuro. Al terminar este año queremos darte gracias por todo aquello que recibimos de ti.


Gracias por la vida y el amor, por las flores, el aire y el sol, por la alegría y el dolor, por cuanto fue posible y por lo que no pudo ser. Te ofrecemos cuanto hicimos en este año, el trabajo que pudimos realizar, las cosas que pasaron por nuestras manos y lo que con ellas pudimos construir.

jueves, 29 de diciembre de 2016

ORACION Comienza un nuevo año. Lo pongo en tus manos, Señor.


Tú, Padre amoroso, que velas por mí y estás por encima de los límites del tiempo y del espacio, sabes lo que necesitaré en este año que inicia. Me abandono a tu misericordia, a tu providencia. Que sea lo que Tú dispongas, Señor.
Aumenta mi fe, que sea capaz de descubrir tu presencia a mi lado. No permitas que nada me separe de Ti. Dame fortaleza y perseverancia en las pruebas, y ayúdame cada día a recordar que nunca sucederá nada que Tú y yo juntos, no podamos superar.
Líbrame de la indiferencia. Hazme sensible a las necesidades de los demás, y muéveme no sólo a orar, a interceder por ellos, sino a realizar acciones concretas en beneficio suyo.
Ayúdame a no ser avaro ni desperdiciado con mi tiempo, con mis dones. Enséñame a darme a los demás, a comprender que sólo vale la pena lo que se hace por los demás. Enséñame a salir de mí mismo para ir al encuentro de mis hermanos, sin prejuicios, sin retórica. Simplemente como Tú, con la mano extendida y el corazón abierto. Pero líbrame de la vanidad, de creerme bueno, de sentirme satisfecho. No dejes que me paralice la inercia, el orgullo, la complacencia. No dejes de inquietarme, de ponerme en movimiento, de lanzarme contigo a construir tu reino de paz, amor y justicia.
Enséñame a mantenerme sencillo y alegre, a ser verdaderamente testigo tuyo en mi mundo. Ayúdame a desprenderme de todo lo que me estorba para seguirte, líbrame de lo que me hace tropezar, de lo que me pesa: de mis rencores, mis egoísmos, mis orgullos, mis miserias, mis apegos.
Enséñame a ser paciente, comprensivo, dulce, a perdonar a los otros, a acogerlos en mi corazón. Enséñame a amar como amas Tú.
Quiero descubrirte en cada día de este año que empieza, y ayudar a que otros te descubran también. Señor, que cuando me busquen a mí, te encuentren siempre a Ti.
Amén.
Misioneros Oblatos

El Hijo del hombre ha venido a buscar y salvar lo que estaba perdido


La Encarnación no sólo manifiesta el infinito amor de Dios a los hombres, su infinita misericordia, justicia y poder, sino también la coherencia del plan divino de salvación. 

jueves, 22 de diciembre de 2016

ORACIÓN AL NIÑO DE BELÉN


Dulce Niño de Belén, haz que penetremos con toda el alma en este profundo misterio de la Navidad. Pon en el corazón de los hombres esa paz que buscan, a veces con tanta violencia, y que tú sólo puedes dar. Ayúdales a conocerse mejor y a vivir fraternalmente como hijos del mismo Padre.
Descúbreles también tu hermosura, tu santidad y tu pureza. Despierta en su corazón el amor y la gratitud a tu infinita bondad. Únelos en tu caridad. Y danos a todos tu celeste paz. Amén.

martes, 20 de diciembre de 2016

La llegada del Salvador Dios con nosotros


- Creemos que el nacimiento de Jesús es motivo de gran alegría para todos nosotros.
- Te damos gracias, Jesús, porque anunciaste tu nacimiento en primer lugar a los más despreciados.
- Te pedimos, Madre María, que nos pongas al lado de tu Hijo.
- Te suplicamos, Jesús, nos ayudes a sacar de nuestros corazones los miedo que tenemos.
- Te rogamos que tu nacimiento nos llene de esperanza y alegría.
- Te glorificamos y te alabamos, Padre Dios, por todo lo que hemos visto y oído sobre el nacimiento del Niño Jesús.

- Padre Nuestro, Ave María y Bendito.

En esta navidad es Jesús que se une a tu vida y a la mía, busquemos la estrella que guió a los reyes magos hacia El



Puedes también buscar a los pastores que escucharon la voz de los ángeles anunciando que ha NACIDO EL SALVADOR, todo lo que te acerque a Jesús 

jueves, 8 de diciembre de 2016

La fe en Jesús da fuerzas para resucitar a nuestra sociedad, muerta por el egoísmo, creando “hombres nuevos”, justos de corazón, capaces de comprometerse seriamente en la lucha histórica por una liberación integral de la Humanidad.


La verdadera fe en Jesús nos hace más per­sonas y más unidos. Es la fuente de la Vida querida por Dios, en la que cada uno se pueda sentir realizado en el servicio de sus hermanos.
El que cree en el Hijo tiene la Vida.
(Jn 3,36)
La fe en Cristo nos hace justos ante Dios (Rom 3,28). Da fuerzas para vencer los males del mundo, que son el orgullo y el afán egoísta de acumular poder, plata y placer.
Todo hijo nacido de Dios vence al mundo.
Y la victoria por la que vencimos al mundo, es nuestra fe.


ORACIÓN A LA INMACULADA CONCEPCIÓN


Inmaculada Madre de Dios, Reina de los cielos, Madre de misericordia, abogada y refugio de los pecadores: he aquí que yo, iluminado y movido por las gracias que vuestra maternal benevolencia abundantemente me ha obtenido del Tesoro Divino, propongo poner mi corazón ahora y siempre en vuestras manos para que sea consagrado a Jesús.
A Vos, oh Virgen santísima, lo entrego, en presencia de los nueve coros de los ángeles y de todos los santos; Vos, en mi nombre, consagradlo a Jesús; y por la filial confianza que os tengo, estoy seguro de que haréis ahora y siempre que mi corazón sea enteramente de Jesús, imitando perfectamente a los santos, especialmente a San José, vuestro purísimo esposo. Amén.

domingo, 4 de diciembre de 2016

"Dios, misericordioso y clemente, tardo a la cólera, rico en piedad y fiel, que mantiene su amor por mil generaciones" Moisés


En el Nuevo Testamento, la imagen de Dios está reflejada por toda la vida y la predicación de Jesucristo, que revela su paternidad. Dios es Padre de Jesucristo, pero también de todos los hombres, con una paternidad que se expresa en sentimientos, como se muestra, por ejemplo, en la parábola del hijo pródigo. Jesucristo declara el favor de Dios por aquellos que han acogido su mensaje y le siguen: "Al que me ama, mi Padre lo amará". Pero también sabemos que los hombres de buena voluntad son objeto de la benevolencia divina, como anuncia el mensaje de Navidad: "gloria a Dios en el Cielo y en la tierra paz a los hombres de buena voluntad"