miércoles, 24 de febrero de 2021

«Mi gracia te basta, que mi fuerza se muestra perfecta en la flaqueza». Por tanto, con sumo gusto seguiré gloriándome sobre todo en mis flaquezas, para que habite en mí la fuerza de Cristo. 2 Cor 12, 9

Alguna vez quizá experimentemos de modo especialmente vivo la soledad, la flaqueza o la tribulación: “Busca entonces el apoyo del que ha muerto y resucitado. Procúrate cobijo en las llagas de sus manos, de sus pies, de su costado y se renovará tu voluntad de recomenzar, y reemprenderás el camino con mayor decisión y eficacia”.

Las mismas debilidades y flaquezas se pueden convertir en un bien mayor, el Señor nunca nos dejará  en medio de las pruebas, nuestra misma debilidad nos ayuda a confiar más, a buscar con más presteza en el refugio divino, a pedir más fortaleza, a ser más humildes: “¡Señor!, no te fíes de mí, Yo sí que me fío de Ti. Y al sentir en nuestra alma el amor, la compasión, la ternura con que Cristo Jesús nos mira, porque Él no nos abandona, comprenderemos en toda su hondura las palabras del Apóstol: virtus in infirmitate perficitur (2 Cor 12, 9); con fe en el Señor, a pesar de nuestras miserias, seremos fieles a nuestro Padre Dios; brillará el poder divino, sosteniéndonos en medio de nuestra flaqueza”

 

domingo, 21 de febrero de 2021

«Amado, yo deseo que tú seas prosperado en todas las cosas, y que tengas salud, así como prospera tu alma» (3 Juan 2)

 


Una vez que comienzas a creer que la voluntad de Dios es prosperarle, te preguntarás: ¿Cómo va a hacerlo?

Él Señor primero prosperará tu alma. Él sembrará semillas de prosperidad en tu mente, en tu voluntad y en tus sentimientos; y cuando estas semillas crezcan, producirán una gran cosecha en todo sentido.

No dejes de orarle a Dios por tu familia, porque cuando estés de rodillas, tu familia estará de pie



 Si ya estás orando desde hace años por tu hogar y aún no hay respuesta, no te rindas. Dios es fiel a su palabra y siempre responde. Permanece en oración y esperas con fe, Dios hará que lo imposible se haga realidad. “Dios no es como los mortales: no miente ni cambia de opinión. Cuando él dice una cosa, la realiza. Cuando hace una promesa, la cumple.”

LA presencia de Dios me acompaña la Sangre de Cristo me cubre y el Espíritu Santo me bendice. Amén.


 


El mundo pasa y sus deseos, pero el que hace la voluntad de Dios, permanece para siempre. Cuando tu estas en la presencia de Dios, no hay barreras que te detengan, así el mundo te ofrezca lo que quiera, recuerda que Dios tiene cosas mucho más importantes para ti, solo esfuérzate y se valiente, no temas, no desmayes porque nuestro Dios está a nuestro lado como poderoso gigante.