jueves, 10 de junio de 2021

Las palabras de Dios son la lámpara que tenemos ante nosotros, la luz en la senda que nos ilumina al avanzar.

 


 

En un mundo lleno de oscuridad, puede ser difícil saber cuál es el camino o la decisión correcta para tomar. El salmista aquí da gracias a Dios por su Palabra que ilumina nuestro camino. Estudiar los pensamientos de Dios y los principios bíblicos que Él preservó para nosotros pueden ayudarnos a ver el camino correcto a seguir aún en las horas más oscuras.

Sin la luz, hay muchos peligros y los obstáculos que pueden hacernos tropezar; pero con la guía de Dios nuestro camino es claro y derecho.

Salomón aconseja de manera similar en Proverbios 6:23: “Porque el mandamiento es lámpara, y la enseñanza es luz, y camino de vida las reprensiones que te instruyen”.

Para verdaderamente usar la Biblia como una lámpara espiritual, debemos no sólo estudiar los pasajes relevantes sino también pensar acerca de cómo aplicarlos en nuestra vida.

miércoles, 9 de junio de 2021

Desde hoy, cuando hables, habla de las palabras de Dios. Cuando te reúnas, que comuniques la verdad, habla de lo que sabes de la palabra de Dios y de lo que practicas, y cómo obra el Espíritu, El te iluminará.

 

 

Si Dios no trajera luz a nuestras mentes, sería imposible que podamos ver la realidad espiritual a la cual Él nos llama a vivir. Pero tampoco podríamos entender nuestra necesidad de arrepentimiento, ni la de cambiar de actitud y de conducta en la vida.

 

Todas las anteriores son cosas necesarias para aceptar a Jesús como nuestro Señor y Salvador.

 

cuando confiamos en Dios tenemos la certeza de que nuestro transitar en la vida será Reparador, tener fe de que Dios existe es un sentimiento que se alimenta a través de la lectura de la palabra, conocer a Dios a través de la biblia alimentara nuestra confianza eliminando en nuestro corazón las dudas y temores.

 

Si cedemos a la confianza en nosotros mismos y al temor, nos encontraremos yendo por caminos equivocados: podemos vacilar y debilitarnos, en vez de fortalecernos en la tormenta. A menudo, en la desesperación, pedimos dirección a otras personas en lugar de ir a nuestro Padre celestial. Nuestra primera reacción debe ser buscar entendimiento de Él sobre lo que está sucediendo. Por eso el tiempo con el Señor en su Palabra y la oración debe ser nuestra prioridad. Ahí es donde descubrimos sus propósitos y obtenemos paz.