Los caminos del hombre están bajo la mirada del Señor y
él tiene en cuenta todos sus senderos.
El malvado será presa de sus propias faltas y quedará atrapado en los lazos de su pecado.
Morirá por falta de instrucción y se extraviará por su gran necedad.
El malvado será presa de sus propias faltas y quedará atrapado en los lazos de su pecado.
Morirá por falta de instrucción y se extraviará por su gran necedad.
Proverbios 5, 21-23
Con el fin de restaurar lo malo que las personas hacemos,
Dios tuvo que enviar a su Hijo para que nos rescate, y nos lleve a puerto
seguro. El pecado nos aparta de la espiritualidad (la presencia del Señor en
nuestras vidas).
Cada mal proceder o acción (corrupción) nos excluye de
la vida con Dios
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