Si al final del camino sólo tienes a tu EGO para aplaudir tu éxito,
entonces has fracasado. Somos bendecidos y llenos de
oportunidades en la medida en que servimos a otros. Somos bendecidos para que
sirvamos de canal de bendición para otras personas. Cuando ayudamos a otros,
esto a su vez se devuelve en beneficios y nuevas oportunidades para nosotros.
Existe una relación de reciprocidad que nos permite cosechar en proporción
directa a las semillas que hemos sembrado en favor de otros.
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