lunes, 9 de noviembre de 2015

Tu caída, dice el profeta (Jer 2, 19), será la que te eduque


Cuando hemos caído, cuando nos hemos apartado de Dios, entonces aprendemos una lección que no nos pueden enseñar nuestras virtudes.  Precisamente donde nos encontramos con nuestra impotencia, allí es donde nos vemos abiertos a Dios.  Dios nos forma precisamente a través de nuestros fallos, de nuestras defecciones.  Así es cómo él nos conduce por el camino de la humildad, que es el único que lleva a Dios.
Doroteo de Gaza.

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