¡Oh glorioso San
Cayetano! Aclamado por todas las Naciones; Padre de Providencia, porque con
portentosos milagros socorres a cuantos te invocan con fe en sus necesidades.
Te suplico me obtengas del Señor oportuno Socorro en las angustias presentes y
sea ello prueba de la bienaventuranza eterna. Amén.
Santísima Trinidad ¡Oh Divina
Providencia! Concédeme tu clemencia, por tu infinita bondad, arrodillado a tus
plantas, a Ti portento de toda caridad, te pido por los míos casa, vestido y
sustento.
Concédenos la salud, llévanos
por buen camino, que sea siempre la virtud que guie nuestro destino. Tú eres
toda mi esperanza, eres el consuelo mío, en Ti creo, en Ti confío. Tu Divina
Providencia se extienda a cada momento para que nunca nos falte casa, vestido,
sustento y los Santos Sacramentos en el último momento.
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