sábado, 30 de septiembre de 2017

El dejarse mover por la "carne" y no por el "Espíritu". La oposición entre "hombres carnales" y "hombres espirituales" Es señal de este infantilismo el dejarse llevar por motivos humanos, por envidias y rencores.

La autosuficiencia y la presunción del que cree demasiado en sus propias fuerzas y no reconoce que todo es don de Dios. El seguidor de Cristo, adulto en la fe, tiene que poseer ciertos aspectos positivos. del espíritu de infancia, que lo hagan capaz de sencillez, de acogida gozosa de la gracia, de ausencia de cálculos, de generosidad, de sinceridad y de inmediatez (Mt 19,14; 18,3s; Le 12,32).

La "madurez humana" es la plenitud consciente de todas las cualidades físicas, psíquicas y espirituales, bien armonizadas e integradas entre sí.

La educación cristiana no supone solamente la "madurez propia de la persona humana", sino que tiende a conseguir que los bautizados "se formen para vivir según el hombre nuevo en justicia y santidad de verdad, y así lleguen al hombre perfecto, en la edad de la plenitud de Cristo" (GE 2). Por medio de una educación sabiamente organizada, "hay que cultivar también en los alumnos la necesaria madurez, cuyas principales manifestaciones son la estabilidad de espíritu, la capacidad para tomar prudentes decisiones y la rectitud en el modo de juzgar sobre los acontecimientos y los hombres" (OT 11).

¿Te sientes satisfecha de tu vida? ¿Qué estás haciendo por Dios y por los demás?



Creo que podrás influir mucho entre los demás,  si te lo propones. Influir en el sentido de hacer crecer el amor a Jesucristo, a la Iglesia, en las almas rescatadas por Él a tan caro precio. ¿Te das cuenta de cuánto te ha amado Dios? ¿Podrías ayudar a encontrar cómo solucionar esta necesidad de la Iglesia? ¿Qué te gustaría haber realizado a la hora de tu encuentro con Cristo?, etc.

jueves, 28 de septiembre de 2017

Oración a San Miguel 29 de Septiembre


Gloriosísimo Príncipe de los ejércitos celestiales San Miguel Arcángel, defiéndenos en el combate contra los principados y potestades, contra los gobernadores de las tinieblas, contra los espíritus de maldad en los aires (Efesios 6,12). Ven en auxilio de los hombres que Dios ha hecho a su imagen y semejanza, y rescatado a tan alto precio de la tiranía del demonio (Sab. 2. , I Cor. 6). Tú eres a quien venera la Santa Iglesia como su guardián y su protector, a ti te ha confiado el Señor las almas redimidas para introducirlas en la felicidad del Cielo. Ruega al Dios de Paz para que aplaste a Satanás bajo nuestros pies, a fin de despojarle de todo poder, de retener cautivos a los hombres y de perjudicar  a la Iglesia. Dígnate presentar al Altísimo nuestras oraciones para que prontamente desciendan sobre nosotros las misericordias del Señor, y vence a la antigua serpiente que es el diablo o Satanás, para precipitarlo encadenado a los abismos, de manera que no pueda ya jamás seducir a las naciones.

Oración a Gabriel 29 de Septiembre

Oh glorioso Arcángel San Gabriel, llamado fortaleza de Dios, príncipe excelentísimo entre los espíritus angélicos, embajador del Altísimo, que mereciste ser escogido para anunciar a la Santísima Virgen la Encarnación de divino Verbo en sus purísimas entrañas: yo te suplico tengas a bien rogar a Dios por mí, miserable pecador, para que conociendo y adorando este inefable misterio, logre gozar el fruto de la divina redención en la gloria celestial. Amén.
(Padrenuestro)

Oración San Rafael 29 de Septiembre


Oh poderoso Príncipe de la gloria San Rafael, llamado medicina de Dios, salud de los enfermos, luz de los ciegos, guía de caminantes, protector de la limosna, del ayuno y de la oración: por aquella caridad con que acompañaste al joven Tobías, te pido, oh glorioso protector mío, me libres de todos los males y peligros, y me acompañes en la peregrinación de esta vida mortal, para llegar felizmente a puerto de salvación en la eterna.
(Padrenuestro)

martes, 26 de septiembre de 2017

Los pensamientos perversos apartan de Dios.....Porque el Espíritu Santo de la disciplina huye del engaño, y se aleja de los pensamientos insensatos, y al sobrevenir la iniquidad se aleja.

Porque el Espíritu del Señor llena la tierra, y El, que todo lo abarca, tiene la ciencia de todo. Por eso nadie que hable impiedades quedará oculto, ni pasará de largo ante él la justicia vengadora.


Llena este lugar, llena hoy mi vida Tu que estás sentado sobre Querubines, Tu en medio de Serafines, Tu que eres aclamado por Angeles.


Tu que estás el Trono de Gloria de la alabanza de tu pueblo, eres aclamado por tu iglesia,
Ven a este lugar. Ven a este lugar, llena hoy mi vida Señor.

Santo, digno levantamos nuestra alabanza a Dios Todopoderoso, la creación canta y damos gloria a El



La grandeza de Dios en sus acciones
Te alabaré, Dios mío, a ti, el único Rey, 
y bendeciré tu Nombre eternamente; 
día tras día te bendeciré, 
y alabaré tu Nombre sin cesar. 

Sal 145, 1-2

martes, 19 de septiembre de 2017

Mi buen Jesús, te alabo y adoro, te amo con todo mi corazón y agradezco tu entrega por nosotros en la Cruz,



Acudo ante Ti sabiendo que estás siempre a nuestro lado
que todo lo ves, todo lo sabes y nunca abandonas.
Tú que concedes vida en abundancia
y eres medico verdadero y dador de salud,
Tú que eres el Buen Pastor y cuidas de tu rebaño
te ruego que desciendas y concedas tu protección y amparo
a este ser querido que tanto padece por su enfermedad,
apelo a tu infinito Amor, a tu bondad y clemencia,
y solicito la gracia de la salud para ……. (nombre del enfermo).
Tu que dijisteis:
“Yo soy la Resurrección y la Vida”,
que recibiendo y llevando en Ti mismo nuestras enfermedades,
curabas las dolencias y males de cuantos se te acercaban;
a Ti acudo lleno de esperanza, lleno de seguridad,
para implorar de tu Sagrado y Divino Corazón.
Señor Jesús compasivo, que al ciego de Jericó,
que sentado junto al camino te decía en alta voz:
“Jesús, Hijo de David, ten piedad de mí”,
le respondiste: “Recupera tu vista, tu fe te ha salvado”,
y al momento pudo ver,
te pido con toda mi fe: Señor, devuelve la salud a (Nombre del Enfermo).
Omnipotente y sempiterno Dios,
eterna salud de los que creen,
escúchanos en bien de tus siervos enfermos,
por quienes imploramos el auxilio de tu Misericordia;
a fin de que recobrada la salud, te den gracias en tu Iglesia
ferviente acción de gracias. Por Cristo Nuestro Señor. Así sea (AMEN).

domingo, 10 de septiembre de 2017

El Amor del Señor y el amor al Señor descubren en nosotros unas posibilidades nuevas e insospechadas para nuestros amores humanos.


Sin la experiencia de ese Amor,  esas posibilidades quedan como encarceladas dentro de sí, como imagen de Dios por  semejanza, pero no por aproximación; como deseo truncado de Dios. 

Desde el momento en que entendí quién era Dios para mí, supe que ya sólo podría vivir para Él», dijo Charles de Foucauld.



Así de absoluto y arrebatador es Dios, así de único  para quien ha descubierto su Amor. Amar a Dios con todo el corazón no es un mandamiento  que viene de «fuera», sino un imperativo que nace del interior de la experiencia del amor a  Dios. Los grandes místicos del cristianismo y de todas las religiones saben que esto es así,  aunque a los demás nos cree sospechas...  Ahora bien, quien ama a Dios con todo su corazón, con toda su mente, con todas sus  fuerzas, ama igualmente con todo el corazón a lo que de Dios procede, a todo lo que nace  de Él. Porque Dios es Amor creador, no podemos amarle a Él sin amar igualmente a su  creación. Porque Dios, además de padre/madre creador, es Reino, no podemos amar por  separado su creación de su Sueño sobre ella. En caso contrario, nuestro amor a Dios se  quedaría profundamente recortado, egoísta. interesado. Los hombres y mujeres del amor  único a Dios se convierten, en el interior de esa experiencia, en hombres y mujeres del  amor a todos y a todo. 

Maneras de amar: hablar sin acusar, así nos ama Dios



Normalmente, el cristiano se percibe como necesidad teologal de conocer y amar y de  ser conocido y amado por otros seres humanos y por Dios, a través de Cristo, en el  Espíritu. La realización recíproca de esta necesidad teologal es el amor agapé. Este amor,  referido a Dios o a una persona, transforma la 'necesidad' de amar en don de conocimiento  y predilección recíprocos.