Es preciso hacer un mundo diferente. No sabemos bien aún cómo deberá ser. Pero desconfiamos del actual. Queremos un mundo en que los frutos del trabajo sean de todos.
Queremos un mundo en el que todos puedan trabajar para todos, y no un mundo en el que cada cual se cuida solamente de lo suyo.Por eso anhelamos un mundo en que haya un solo pueblo, sin esas divisiones de clase entre ricos y pobres. Un mundo en que todos hagan todo aquello que son capaces de hacer para el bien de todos.Obispos brasileños
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