Jesucristo es quien nos junta en un solo cuerpo, y el único que puede mantenernos unidos.
Los seres humanos hoy en día somos azotados por un problema antiguo: para decirlo con sutileza, se nos dificulta llevarnos bien. Por eso no faltan guerras, conflictos, discusiones y peleas en el mundo entero. Aunque podríamos esperar que este no sea el caso entre los cristianos, el apóstol Pablo dio testimonio de unidad, ellos como verdaderos creyentes que habían sido enriquecidos en todo a través de Cristo: en gracia, palabra, conocimiento y dones espirituales.
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