La prudencia es una virtud que dirige la acción de manera adecuada hacia un fin; por eso se trata de una virtud intelectual, que se va perfecciona la razón, y moral, en cuanto que perfecciona a la razón práctica
La prudencia es condición de libertad. Sólo a partir del conocimiento de la verdad sobre el bien se puede elegir la acción prudente, y sólo la conducta prudente hace libre a la persona: «Si vosotros permanecéis en mi palabra, sois en verdad discípulos míos, conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres»
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