Porque la sabiduría penetrará en tu corazón y la ciencia será la delicia de tu alma.
Jesús une lo profético (anuncio de la llegada del Reino) y sabiduría de Dios (que se expresa en el amor a los pequeños y la superación del juicio y la venganza). Otros personajes, como Daniel y Henoc, aparecían como sabios en secretos celestiales: así pudieron revelar los grandes misterios de los astros, el orden y camino de las edades del futuro. Pues bien, en contra de eso, Jesús ha sido sabio de las cosas cotidianas: ha iluminado la vida de los pobres y los niños, ha ofrecido una palabra y luz de Dios a los marginados de la sociedad y de la historia.
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