jueves, 14 de junio de 2018
Tuya, Señor, es la grandeza, la fuerza, la gloria, el esplendor y la majestad; porque a ti pertenece todo lo que hay en el cielo y en la tierra. Tuyo, Señor, es el reino; tú te elevas por encima de todo. 1 Cro 29, 11
El hombre sabe que cuanto posee es don de Dios, como lo subraya David al proseguir en el cántico: «Pues ¿quién soy yo y quién es mi pueblo para que podamos ofrecerte estos donativos? Porque todo viene de ti, y de tu mano te lo damos». Cristo es el verdadero don de Dios. El es el vínculo perfecto de la alianza establecida por el Señor ya antes con los antiguos padres, renovada después con los profetas y llevada a plenitud con la venida del Hijo entre los hombres. A través de él vienen todos los dones a la humanidad.
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