Ángel de mi Guarda, Arcángeles San Miguel, San Gabriel, San Rafael y los nueve coros de la Corte Celestial: Abrasad mi corazón en amor a Dios y a su Santísima Madre, llenadme de celo por su gloria y por la salvación de mi alma. Comunicadme vuestra humildad y todas vuestras virtudes. Sed mis guardianes, consejeros y compañeros en el peregrinar por la vida hacia la eternidad. Alcanzadme del Señor la salud espiritual y, si me conviene, también la corporal.
Rodeame de buenas compañías. Defiéndeme de las asechanzas de mis enemigos. Solucioname todos mis asuntos. Ayúdame a pagar todas mis deudas y a realizar mis trabajos. Remediad todas mis necesidades espirituales y materiales. Velad y guardad mi alma, mi cuerpo, mis propiedades y mi hogar. Asísteme propicios en la hora de mi muerte.
Defiéndeme y salvadme en la hora del Juicio, líbrame de las penas del Purgatorio y acompañad mi alma al Cielo. ¡Ángeles del Cielo, con vuestras espadas defiéndeme y con vuestras alas protégeme!
Fuente: Devocionario a los Santos Ángeles. Extraído de la obra: The Little Manual of the Holy