miércoles, 7 de noviembre de 2018
Fidelidad de Dios para con nosotros
Si lo primero que hacemos en la mañana es enfocarnos en Dios, y darle gracias por haber cuidado de nosotros durante toda la noche, las palabras de Lamentaciones 3.22, 23 se convertirían en una realidad en nuestra vida: “El gran amor del Señor nunca se acaba, y su compasión jamás se agota. Cada mañana se renuevan sus bondades; ¡muy grande es su fidelidad!”
La fidelidad de Dios se basa en su naturaleza. Ella es uno de sus atributos. A pesar de que no siempre entendemos lo que está haciendo, o por qué permite ciertas circunstancias, podemos confiar siempre en quién es.
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