El mensaje que se les da a aquellos pastores, representantes de todos los despreciados del mundo, está lleno de alegría y esperanza. En primer lugar se les pide que no tengan miedo. Y enseguida los ángeles les anuncian "una buena noticia, que será motivo de mucha alegría para todo el pueblo: Hoy ha nacido para ustedes un Salvador..." El nacimiento de Jesús tiene que ser motivo de una gran alegría para todo el pueblo. Ha nacido para ustedes, dice el ángel. Para ustedes, los despreciados y marginados de la sociedad... Gran noticia, porque comunica una gran esperanza...
Las señales que dan a los pastores para reconocer a su Salvador son las de la pobreza. Reconocerán a su Salvador justamente en que es pequeño, indefenso y muy pobre: Niño pequeño, envuelto en pañales y recostado en una pesebrera. Jesús no vino al mundo con señales de poder, ni de grandeza humana. Su nacimiento es pobre, entre pobres, y especialmente para los pobres.
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