jueves, 10 de diciembre de 2020

La realidad es que nunca perdemos al obedecer al Señor. Solo Él conoce el futuro y puede guiarnos hacia la dirección correcta. Además, Dios ve nuestras debilidades y nos protege para que no caigamos

 



Nos privamos de lo mejor de Dios. Tal vez pensemos que hemos actuado bien, aunque no hemos esperado por el Señor; pero nunca sabremos lo que Él deseaba hacer en nuestra vida, lo cual hubiera sido mucho mejor.

No hay comentarios:

Publicar un comentario