Te saludo San Antonio y me regocijo
en los favores que nuestro Señor libremente te ha otorgado. Te recuerdo en
especial tu momento de dicha cuando el Divino Niño Jesús condescendió abrazarte
con ternura. ¡Oh, que gran felicidad y alegría llenaría tu corazón en esa
ocasión! Por esta especial prerrogativa y por la alegría de tu beatifica
visión, que ahora le tienes a El cara a cara, te ruego, te suplico y te imploro
Oh querido San Antonio, que me ayudes en mis aflicciones, problemas y
ansiedades, particularmente concerniente a (aquí menciona tu problema, tu
petición). Oh, deja que tu corazón se conmueva para interceder por mí, para
escuchar y responderme. Dile al Señor de los deseos y necesidades de tu devoto
(a) cliente. Una palabra, una mirada de tu corazón que tanto ama el Niño Jesús,
coronara mi éxito y me llenara de alegría y de gratitud. Amén.
San Antonio a quien el Niño Jesús amo y honró,
concédeme lo que te pido.
San Antonio, poderoso en palabra y acción, concédeme lo que te pido.
San Antonio, siempre dispuesto a ayudar a los que te invocan, concédeme mi petición. Amén.
San Antonio, poderoso en palabra y acción, concédeme lo que te pido.
San Antonio, siempre dispuesto a ayudar a los que te invocan, concédeme mi petición. Amén.
V. Ruega por
nosotros San Antonio.
R. Para que seamos dignos de las promesas de Cristo.
R. Para que seamos dignos de las promesas de Cristo.
ORACIÓN. Oh Dios, que
te dignaste escoger a San Antonio como modelo de todas las virtudes para la
bendición de toda la humanidad, y has convertido a muchas almas a través de sus
sermones y buen ejemplo, concédeme que por sus méritos e intercesión pueda real
y verdaderamente convertirme, renunciar al pecado y a todo deseo de pecar, y
hacerme cada vez más y más del agrado de Dios por la práctica de la verdadera
virtud. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén.
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