Padre
Eterno: pongo delante de tu trono de gracia el futuro de mis hijos, y te
suplico con todo mi corazón que te conozcan y tenga una profunda relación
contigo y una comprensión de quien eres tú. Uno a mis hijos a todo lo que es tuyo: los uno a tu VERDAD, A TU
VOLUNTAD para ellos, sus mentes a la tuya, los cubro con tu SANGRE SEÑOR JESUCRISTO
Y A TU PROPÓSITO para sus vidas. Transforma sus corazones en corazones de
carne, sean blandos, sensibles a ti, a tu Espíritu. Que tengan la capacidad de obedecerte y tener temor de tí todos los
días de sus vidas. Lejos estén de mis hijos TODA REBELDÍA e indiferencia a DIOS
y a su Palabra.
YO
ORO para que mis hijos desarrollen una FE, una fe que te agrade, una fe que les
haga ver grandes cosas de tí. Nunca falte la FÉ a mis hijos.
Que
mis hijos te llamen MI SALVADOR Y DIOS MÍO, MI ÚNICO DIOS en quien tengo sumo
contentamiento y gozo.
Que
en sus corazones y sus bocas haya un reconocimiento de quien Tú eres en
realidad.
Que
la decisión de SEGUIRTE A TI TODA LA VIDA, sea una determinación inamovible en
el corazón de ellos. Que siempre haya HAMBRE Y SED de ti, en el corazón de mis
hijos. Que sus emociones estén libres de condenación, culpa, remordimientos,
prisiones espirituales, rechazos, amargura, falta de perdón, incredulidad,
traumas, te suplico en el nombre de Jesús. Ayúdales a ser personas
equilibradas, maduras, responsables, llenas de cordura y de verdad. Suplico todos los frutos del Espíritu Santo
sobre mis hijos. Tu promesa dice que DERRAMARÁS DE TU ESPÍRITU SOBRE MI
DESCENDENCIA (Isaias 44:3); también dice que EN LOS POSTREROS DIAS DERRAMARÁS
DE TU ESPÍRITU SOBRE TODA CARNE ( Joel 2:28). Suplico en este momento el
cumplimiento de estas promesas. Te invoco ahora Espíritu Santo, sobre la vida
de mis hijos, te invoco para que trabajes en ellos y los convenzas de justicia,
pecado y juicio. Suplico que mis hijos NUNCA ANDEN SIN TÍ, ESPIRITU SANTO, y
lloro por esto. Encomiendo ahora, a ti todo esto, confío en ti y tú lo harás.
Gracias porque eres propicio a mi oración en el nombre de Jesús.
Tenemos plena confianza de que Dios nos escucha si le pedimos algo conforme a su voluntad. 1 Jn
Leer 1 Timoteo 2:3-4
Meditar
: Juan 14: 16-17
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