martes, 21 de marzo de 2017
Desde arriba el Señor lucha con los que luchan - y que la corona no depende solamente del trabajo de los hombres ni tampoco de sus esfuerzos -. Las esperanzas descansan finalmente sobre la voluntad de Dios.
Es necesario, pues, saber en primer lugar cuál es la voluntad de Dios; mirarla dirigiendo hacia ella todos nuestros esfuerzos; y, tendidos hacia la vida bienaventurada por el deseo, disponer en vista a esta vida nuestra propia existencia.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario