miércoles, 4 de marzo de 2015

La liturgia es como una natural emanación de gloria alrededor de la Voz de Dios. Los rituales y ceremonias con los que glorificamos a Dios son la consecuencia natural del mensaje de la Biblia



La diferencia entre Palabra de Dios y Palabra de la Iglesia es nítida y radical. En la Biblia, Dios nos habla. En la liturgia, nosotros hablamos a Dios. En la Biblia, nada está sujeto a cambio, es inmutable. En la liturgia, caben los cambios, las mejoras. La liturgia es una obra humana, aunque haya pululado en ella la inspiración del Espíritu Santo. Mientraas que la Biblia es Palabra de Dios, enseñanza de Dios, aunque haya sido dada a través de voces humanas. La Biblia es inmejorable, porque las cosas se han dicho en ella como Dios ha querido: lo que Dios ha querido, como Dios ha querido. Las ceremonias sí que son mejorables. Normalmente no tocamos a la liturgia por respeto a la tradición, por la venerabilidad de la antiguedad, pero es una obra humana a infinita distancia del libro que contiene las palabras que Dios nos ha dicho a sus hijos.

Las aguas vivas que borbotean

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