martes, 27 de febrero de 2018

No tenemos que perder ocasión por hacer tener la sensibilidad y bondad por aligerar, según la capacidad de cada cual, las calamidades que existen al mundo.



Procuremos educar en la bondad y sus consecuencias: misericordia y sensibilidad social, olvido personal en el entorno familiar y en el entorno social. Esto lo conseguiremos si tratamos bien los sentimientos 

martes, 20 de febrero de 2018

Sin una gran serenidad, el hombre no avanza, ni siquiera en una sola virtud




1. Sólo por hoy trataré de vivir exclusivamente el día, sin querer resolver el problema de mi vida todo de una vez
2. Sólo por hoy tendré el máximo cuidado de mi aspecto, cortés en mis maneras, no criticaré a nadie y no pretenderé mejorar o disciplinar a nadie sino a mí mismo
3. Sólo por hoy seré feliz en la certeza de que he sido creado para la felicidad, no sólo en el otro mundo, sino también en este
4. Sólo por hoy me adaptaré a las circunstancias, sin pretender que todas las circunstancias se adapten a mis deseos
5. Sólo por hoy dedicaré diez minutos de mi tiempo a una buena lectura, recordando que, como el alimento es necesario para la vida del cuerpo, así la buena lectura es necesaria para la vida del alma
6. Sólo por hoy haré una buena acción y no lo diré a nadie
7. Sólo por hoy haré por lo menos una sola cosa que no deseo hacer, y si me sintiera ofendido en mis sentimientos, procuraré que nadie se entere
8. Sólo por hoy me haré un programa detallado. quizá no lo cumpliré cabalmente, pero lo redactaré y me guardaré de dos calamidades: La prisa y la indecisión
9. Sólo por hoy creeré aunque las circunstancias demuestren lo contrario, que la buena providencia de Dios se ocupa de mí como si nadie más existiera en el mundo
10. Sólo por hoy no tendré temores. De manera particular no tendré miedo de gozar de lo que es bello y creer en la bondad

Decálogo de serenidad de Juan XXIII

yo creo que no hay esfuerzo mayor que rogar a Dios cada vez que el hombre quiere orar, sus enemigos querrán impedírselo, ya que ellos saben que no trabarán su marcha más que distrayéndolo de la plegaria. Padres del desierto


Cualquiera sea la buena obra que un hombre emprenda, si es perseverante, obtendrá el reposo. Pero sí se encamina a través de la plegaria, le será necesario combatir hasta su último suspiro

sábado, 17 de febrero de 2018

Quiero amar, Señor. Quiero pensar en los demás. Quiero que los que me rodean se sientan queridos por mí y felices por lo que hago. Quiero sembrar felicidad por donde vaya.


Si queremos felicidad “instantánea” terminaremos llenos de frustración. La felicidad “de aspirina” no existe.


Solo Dios, Trino y Uno es la felicidad verdadera. Conocerle y enamorarse de Él es un proceso que no ocurre de la noche a la mañana. Pero si nos acercamos a Jesús, Él nos abrirá las puertas del cielo.

Las riquezas no proporcionan felicidad ninguna cuando el alma vive en la pobreza. San Juan Crisóstomo.


No podemos aspirar a la felicidad “en solitario”. Jesús es el amigo que nunca olvida, el consuelo siempre presente.

La felicidad verdadera y profunda es mucho más que solo aprender a disfrutar las cosas pequeñas y cotidianas, o aceptar nuestras cualidades y limitaciones.



Cuando volvemos la mirada a Dios, encontramos la única felicidad verdadera. Desde el Antiguo Testamento las Sagradas Escrituras nos dicen que es feliz quien ama a Dios, quien le busca y espera en Él 
(Sal 2, 12; 34, 9; 40, 5; 84, 13; 112, 1; Prv 16,20;28, 14;Ec/34, 15;Is30, 18; Tob 13, 14.)
Jesús es una auténtica puerta a la felicidad y a la esperanza. Recordemos sus palabras cuando nos explica que son felices “Quienes escuchan la palabra de Dios” (Lc 11, 28), “Quienes creen sin haber visto” (Jn 20, 29), “Quienes practican la caridad con los necesitados” (Lc 14, 14), “Los humildes y serviciales con sus hermanos” (Jn 13, 17) 

La fidelidad de los bautizados es una condición primordial para el anuncio del Evangelio y para la misión de la Iglesia en el mundo.



Un discípulo fue donde su maestro y le dijo: "Maestro, quiero encontrar a Dios". El maestro, sonríe. Y como hacía mucho calor, invitó al joven a acompañarlo a darse un baño en el río. El joven se zambulló, y el maestro hizo otro tanto. Después lo alcanzó y lo agarró, teniéndolo por la fuerza debajo del agua.
El joven se debatió por algunos instantes hasta que el maestro lo dejó volver a la superficie. Después le pregunta qué cosa había deseado más mientras estaba debajo del agua. "El aire", respondió el discípulo.
"¿Deseas a Dios de la misma manera?", le pregunta el maestro. "Si lo deseas así, lo encontrarás. Pero si no tienes esta sed ardiente, de nada te servirán tus esfuerzos y tus libros. No podrás encontrar la fe, si no la deseas como el aire para respirar".

viernes, 16 de febrero de 2018

¿Escuchar a quién? A Jesucristo. Así nos lo mandó el Padre: «Este es mi hijo amado, escuchadle» (Mc 9,7).




Escuchar también a los predicadores del evangelio, pues la fe proviene de lo que se oye y lo que se oye es el mensaje de Jesucristo (Rom 10,17). La escucha es auténtica, cuando produce la fe y la fe auténtica se demuestra en la obediencia. La «obediencia de la fe» no es otra cosa que creer en Cristo y adherirse a él, aceptar sin condiciones su evangelio, adquirir el compromiso de cumplir su mensaje, de llevar una vida nueva.

miércoles, 14 de febrero de 2018

Happy Valentine's day, Feliz San Valentín, Счастливый Валентин, Buon San Valentino, 情人节快乐, ハッピーバレンタイン.


La sencillez se logra a travès de del trabajo duro


La sencillez es apertura de corazón Es dejar entrar a Dios en mi alma, sin cerrarle la puerta con el pestillo del egoísmo. "El ángel entró en la presencia de María". ¡Qué fácil fue para Dios entrar en el corazón de María, alma sencilla, sin pliegues, sin fisuras! Dios no tuvo que derribar ningún muro en María. 

Es apertura de corazón a Dios, que es mi creador, para que Él entre, se pasee como Dios, Pero también es apertura de corazón a mis hermanos: en un corazón sencillo hay prontitud para perdonar: no seamos basureros de rencores ni de resentimientos...perdonar las miserias de mis hermanos, comprenderlas. No rebajar, no asesinar, no fichar, no juzgar, no destruir, no criticar. Abrir el corazón al prójimo, a todos. La sencillez es librar el corazón de todo odio, malquerencia, venganza, librar mi corazón de todo más pensamiento sobre actitudes o comportamientos de mis hermanos. 

miércoles, 7 de febrero de 2018

La claridad le podría llevar a liberarse de la opresión y la angustia, sobre todo de la angustia de que se le haya perdido el sentido de la existencia, de que quizá no le tenga.


Sólo la vida iluminada y clara sería verdadera vida: vida 
en la alegría y felicidad, en la paz y en la salud. Quien pudiera darle 
la luz le daría la vida verdadera. Sin luz que ilumine la existencia, la 
vida es insegura y angustiosa, abandonada y paralítica.

la luz del Señor marca su huella. Ecle 50



La luz ilumina el mundo para que el hombre pueda ver y orientarse. Ilumina los caminos de la vida y pueden por eso ser recorridos. Es la claridad en la que el hombre puede orientarse.