miércoles, 27 de marzo de 2019

La esencia de la humildad evangélica no está en considerarme más ni en considerarme menos, sino en pensar menos en uno mismo



Olvidarse de sí es poner a Dios y al prójimo en el centro de nuestro corazón y de nuestra mente. “Padre nuestro que estás en los cielos” es un remedio ideal para sanarnos del egocentrismo, y de lo que nos impide dormir por las noches por la preocupación de lo que traerá el futuro. El “venga tu reino” orienta nuestras peticiones hacia la obra más grande de Dios en el mundo, en vez de enfocarla hacia nuestras comodidades. La oración fertiliza la confianza inquebrantable en la que crece saludablemente el olvido de nosotros mismos. Si Dios se preocupa por nosotros, ¿por qué angustiarnos? “Vuestro Padre celestial sabe que tenéis necesidad de todas estas cosas. Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas” (Mt 6:32, 33).
Orar significa olvidarnos de nosotros mismos. Así que cuando oremos, confiemos en la memoria de Dios —Él nunca olvida un nombre o una necesidad.

martes, 19 de marzo de 2019

Yo mismo cuidaré y velaré por mi rebaño, lo buscaré por los lugares por donde anda disperso en los días de tormenta, lo apacentaré con buenos pastos y lo llevaré a descansar... Y haré con él una alianza de paz: Yo estoy con ellos y ellos son mi pueblo



El auténtico pastor no se queda encerrado en su oficina o en su casa, ni recibe a los  suyos después de largas antesalas. Sale de sí mismo, trata de mirar con ojos distintos, de  descubrir qué anda mal y qué se puede mejorar o cambiar. No espera a ser llamado: acude  allí donde alguien lo necesita. Por eso conoce a los suyos: porque vive y comparte su  situación, su necesidad, su miseria, su enfermedad, su ignorancia o su debilidad.
Tampoco se siente distinto ni busca motivos de distinción o privilegio; se siente parte del  pueblo y miembro activo de la comunidad; acorta las distancias, dialoga con el pueblo con  simplicidad y sin aires de doctor. Bien lo dice el Señor: «Yo estoy con ellos y ellos son mi  pueblo.» 
Por todo esto el rebaño reconoce pronto al auténtico pastor: porque lo ve con él,  actuando, trabajando, pensando, tomando iniciativas o escuchando con comprensión. De todo ello surge un nuevo concepto de comunidad cristiana: se trata de un grupo  integrado, donde se respeta la personalidad de todos y donde todos trabajan por el mismo  objetivo. No es una sociedad anónima ni una multinacional bancaria. Es un grupo que se  conoce en ese diario compartir las mismas inquietudes con absoluto desinterés lucrativo.

viernes, 8 de marzo de 2019

feliz dia de la mujer, Happy Women's Day, felice festa della donna, glücklicher Frauentag, Bonne Journée de la femme


El hombre tiene que vivir en sociedad con otros seres, en comunidad con seres de su misma naturaleza y dignidad. Y la comunidad fundamental es la conyugal. El hombre por sí solo es incompleto. Para completarse e integrarse tiene necesidad de la mujer, "una ayuda apropiada" para él. Esta expresión alude a la mujer en su totalidad, perfecta contrafigura del hombre, partner del hombre en la comunidad armónica de vida matrimonial, vista bajo todos los aspectos, psíquicos y físicos. Al contemplar a la mujer que, durante su sueño, Dios le había formado de su costilla y que ahora, como un amigo de bodas, la conduce hasta él para que no esté solo, el hombre prorrumpe en un grito gozoso de asombro, reconociendo finalmente en ella a la ansiada alma gemela que puede llenar el vacío que siente en su interior. En este carácter complementario de la mujer, querido expresamente por Dios y descubierto por el hombre, el hagiógrafo descubre la razón del abandono de los padres y de la unión de los dos.