miércoles, 28 de agosto de 2013

ORACIONES AL ANGEL DE LA GUARDA

ORACION A LOS ANGELES

 Ángel bondadoso, mi custodio, tutor y maestro, mi guía y defensa, mi sabio consejero y amigo fidelísimo desde el día que nací, por la bondad del Señor he sido encomendado a ti. ¡Cuánta reverencia te debo, sabiendo que estás conmigo donde quiera y siempre cerca! Con cuánto conocimiento te debo agradecer el amor que alimentas por mí. Tengo mucha confianza porque sé que me asistes y defiendes. Enséñame, Ángel Santo, corrígeme, protégeme y guíame por el recto y seguro camino a la Santa Ciudad de Dios. No permitas que yo haga cosas que ofendan tu santidad y pureza. Presenta mis deseos al Señor, ofrécele mis oraciones, muéstrale mis miserias y pídele por mí. Agradécele su bondad infinita y también la intercesión de María Santísima, tu Reina. Vigila cuando duermo, sosténme cuando estoy a punto de caer, levántame cuando caigo, indícame el camino cuando me pierdo, anímame cuando pierdo el ánimo, ilumíname cuando no veo, defiéndeme cuando lucho y especialmente en el último día de mi vida sé mi escudo contra el demonio. Por la gracia de tu defensa y de tu guía, obténme en fin, tu radiante morada, donde por toda la eternidad pueda expresarte mi agradecimiento y glorificar junto a ti al Señor y a la Virgen María, Reina tuya y mía. Amén.
*
Santo Ángel, mi guía celestial, a quien tantas veces he entristecido y ahuyentado con mis pecados, no me abandones. Yo te ruego que no me retires tu apoyo cuando esté yo en medio de los peligros, no me dejes expuesto sin defensa a los tiros de un enemigo tan astuto como cruel, no me pierdas de vista ni un solo instante, si no que tus amables inspiraciones dirijan y fortifiquen mi alma, reanimen mi corazón desfallecido y casi apagado porque está sin amor. Comunícale a mi corazón alguna chispa de las llamas suaves y puras que te abrasan, a fin de que cuando llegue el término de esta vida tan corta y miserable, pueda en tu compañía y la de todos los Ángeles, obtener la vida eterna y ver continuamente a Jesús, amarle, alabarle y bendecirle. Amén.
*
Ángel de Dios, que eres mi Ángel Guardián, pues la bondad divina me ha encomendado a ti; ilumíname, dirígeme, guárdame. Amén.
*
Ángel de mi Guarda, dulce compañía, no me desampares ni de noche ni de día; no me dejes solo que me perdería, ni vivir, ni morir en pecado mortal. Jesús en la vida, Jesús en la muerte, Jesús para siempre. Amén.
*
Angel de Dios, mi querido guardián, a quien el amor de Dios me ha querido confiar, en este día permanece a mi lado para protegerme e iluminarme, para guiarme y orientarme. Amén.
*
Ángel de mi Guarda, mi dulce compañia, no me desampares ni de noche ni de día, hasta que me entregues en los brazos de Jesús y de María. Con tus alas me persigno y me abrazo a la Cruz y en mi corazón me llevo al dulcísimo Jesús. Amén.
*
Ángel de mi Guarda, mi dulce compañía, no me desampares ni de noche ni de día. En tus brazos me refugio y me apoyo en la Cruz, hasta que me entregues en los brazos de Jesús. Amén.
*
Ángel de mi Guarda, mi dulce compañía, no me desampares ni de noche ni de día. Niñito Jesús, sal del copón, pega un brinquito y ven a mi corazón. Amén.

ESPIRITU SANTO - ALGO ESTA AQUI


SALMO 77 TUS CAMINOS SON SANTOS SEÑOR

SALMO 77 (76)

En mi angustia busco al Señor
77:
1 Del maestro de coro. Al estilo de Iedutún. De Asaf. Salmo. 
La aflicción presente77:2 Invocaré al Señor con toda mi voz,
gritaré al Señor, y él me escuchará.
77:3 Busco al Señor en el momento de mi angustia;
de noche, tiendo mi mano sin descanso,
y mi alma rechaza todo consuelo.
77:4 Yo me acuerdo del Señor, y me lamento;
medito, y mi espíritu desfallece: Pausa
77:5 tú no me dejas conciliar el sueño,
estoy turbado, y no puedo hablar.
77:6 Pienso en los tiempos antiguos,
me acuerdo de los días pasados;
77:7 reflexiono de noche en mi interior,
medito, y mi espíritu se pregunta:
77:8 ¿Puede el Señor rechazar para siempre?
¿Ya no volverá a mostrarse favorable?
77:9 ¿Se habrá agotado para siempre su amor,
y habrá caducado eternamente su promesa?
77:10 ¿Se habrá olvidado Dios de su clemencia
o, en su enojo, habrá contenido su compasión?
Pausa
77:11 Entonces dije —¡y este es mi dolor!—:
"¡Cómo ha cambiado la derecha del Altísimo!"

Las maravillas del pasado77:12 Yo recuerdo las proezas del Señor, 
sí, recuerdo sus prodigios de otro tiempo; 
77:13 evoco todas sus acciones, 
medito en todas sus hazañas. 
77:14 Tus caminos son santos, Señor
¿Hay otro dios grande como nuestro Dios? 
77:15 Tú eres el Dios que hace maravillas, 
y revelaste tu poder entre las naciones. 
77:16 Con tu brazo redimiste a tu pueblo,
a los hijos de Jacob y de José
. Pausa
77:17 Cuando te vieron las aguas, Señor, 
cuando te vieron las aguas, temblaron, 
¡se agitaron hasta los abismos del mar! 
77:18 Las nubes derramaron aguaceros, 
retumbaron los densos nubarrones 
y zigzaguearon tus rayos. 
77:19 El trueno resonó en la bóveda del cielo, 
tus relámpagos iluminaron el mundo, 
tembló y se tambaleó la tierra. 
77:20 Te abriste un camino entre las aguas, 
un sendero entre las aguas caudalosas, 
y no quedó ningún rastro de tus huellas. 
77:21 Tú guiaste a tu pueblo como a un rebaño, 
por medio de Moisés y de Aarón
.

SALMO 76 TU ERES RESPLANDECIENTE, MAGESTUOSO

SALMO 76 (75)




Dios es grande en Israel
76:
1 Del maestro de coro. Para instrumentos de cuerda. 
Salmo de Asaf. Canto. 
76:2 Dios es bien conocido en Judá, 
su Nombre es grande en Israel. 
76:3 En Jerusalén está su Tienda de campaña, 
en Sión se levanta su Morada. 
76:4 Allí quebró las flechas fulgurantes del arco, 
el escudo, la espada y las armas de guerra. Pausa
76:5 ¡Tú eres resplandeciente, majestuoso
76:6 Montañas de botín fueron arrebatadas 
a los valientes, 
que ya duermen el sueño de la muerte: 
a los guerreros no les respondieron los brazos. 
76:7 Por tu amenaza, Dios de Jacob, 
quedaron inmóviles los carros de guerra 
y los caballos. 
76:8 Sólo tú eres temible: 
¿quién podrá resistir delante de ti 
al ímpetu de tu ira? 
76:9 Desde el cielo proclamas la sentencia: 
la tierra tiembla y enmudece, 
76:10 cuando te alzas para el juicio, Señor, 
para salvar a los humildes de la tierra. Pausa
76:11 Sí, el furor de los hombres tendrá que alabarte, 
los que sobrevivan al castigo te festejarán. 
76:12 Hagan votos al Señor, su Dios, y cúmplanlos; 
los que están a su alrededor, 
traigan regalos al Temible, 
76:13 al que deja sin aliento a los príncipes 
y es temible para los reyes de la tierra.

SALMO 75 EL SEÑOR ES EL ÚNICO JUEZ

SALMO 75 (74)

Dios es quien juzga
75:
1 Del maestro de coro. "No destruyas". Salmo de Asaf. Canto. 
Antífona inicial75:2 Te damos gracias, Señor, te damos gracias:
los que invocan tu Nombre narran tus maravillas. 

Oráculo del Señor75:3 "En el momento que yo decida,
juzgaré con rectitud.
75:4 Se conmueve la tierra con todos sus habitantes,
pero yo he afianzado sus columnas. Pausa
75:5 Digo a los arrogantes: '¡Basta de arrogancia!',
y a los impíos: '¡No levanten la frente!,
75:6 no levanten la frente contra el cielo
ni hablen con actitud insolente'". 

El castigo de los malvados
75:
7 Porque ni del oriente ni del occidente, 
ni del desierto ni de las montañas... 
75:8 ¡El Señor es el único Juez,
que a unos humilla, y a otros exalta

75:9 Hay una copa en la mano del Señor, 
con un vino espumante, lleno de aromas: 
la ofrece, y la sorben hasta el final, 
la beben todos los malvados de la tierra. 
75:10 Pero yo me alegraré para siempre, 
cantaré al Dios de Jacob: 
75:11 él quebrará el poder de los malvados 
y acrecentará el poder de los justos.

SALMO 74 LEVÁNTATE SEÑOR Y DEFIENDE TU CAUSA

SALMO 74 (73)

Acuérdate, Señor, de tu comunidad
74:
1 Poema de Asaf. 
La profanación del Santuario¿Por qué, Señor, nos rechazaste para siempre 
y arde tu indignación 
contra las ovejas de tu rebaño? 
74:2 Acuérdate del pueblo que adquiriste 
en otro tiempo, 
de la tribu que rescataste
para convertirla en tu herencia

acuérdate de Sión, donde pusiste tu Morada. 
74:3 Vuelve tus pasos hacia esta ruina completa: 
todo lo destruyó el enemigo en el Santuario. 
74:4 Rugieron tus adversarios 
en el lugar de tu asamblea, 
pusieron como señales sus propios estandartes. 
74:5 Alzaron sus hachas 
como en la espesura de la selva; 
74:6 destrozaron de un golpe todos los adornos, 
los deshicieron con martillos y machetes; 
74:7 prendieron fuego a tu Santuario, 
profanaron, hasta arrasarla, 
la Morada de tu Nombre. 
74:8 Habían pensado: "Acabemos con ellos, 
quememos todos los templos de Dios en el país". 
74:9 Ya no vemos señales ni quedan profetas:
no hay nadie entre nosotros que sepa hasta cuándo. 
74:10 ¿Hasta cuándo, Señor, te insultará el enemigo? 
¿Nunca cesará el adversario 
de despreciar tu Nombre? 
74:11 ¿Por qué retiras tu mano, Señor, 
y la mantienes oculta en el pecho? 

Himno al Dios creador74:12 Pero tú, Señor, eres mi Rey desde el principio,
tú lograste victorias en medio de la tierra:
74:13 deshiciste el Mar con tu poder
y quebraste las cabezas del dragón marino;
74:14 aplastaste las cabezas de Leviatán
y lo diste como alimento a las fieras del desierto.
74:15 Hiciste brotar manantiales y torrentes,
secaste los ríos caudalosos;
74:16 tuyo es el día, tuya también la noche,
tú afirmaste la luna y el sol;
74:17 fijaste las fronteras de la tierra,
formaste el verano y el invierno. 

Súplica por la liberación74:18 Recuerda, Señor, que el enemigo te ha ultrajado, 
un pueblo insensato ha despreciado tu Nombre: 
74:19 no entregues a los buitres la vida de tu Paloma 
ni te olvides para siempre de los pobres. 
74:20 Ten presente tu alianza, 
porque todos los rincones del país 
están repletos de violencia. 
74:21 Que el débil no retroceda lleno de confusión, 
que el pobre y el oprimido alaben tu Nombre. 
74:22 Levántate, Señor, defiende tu causa
recuerda que el insensato te ultraja sin cesar. 
74:23 No olvides los gritos de tus adversarios, 
porque crece el tumulto de los que se alzan contra ti.

martes, 27 de agosto de 2013

SALMO 73 MI DICHA ES ESTAR CERCA DE DIOS

SALMO 73 (72)

Mi felicidad es estar junto a Dios
73:
1 Salmo de Asaf.
Vacilación frente al triunfo del mal¡Qué bueno es Dios para Israel,
para los limpios de corazón!
73:2 Pero casi se desvían mis pasos,
faltó poco para que diera un traspié,
73:3 porque tuve envidia de los presuntuosos,
al ver la prosperidad de los malvados.
73:4 Para ellos no hay sufrimientos,
su cuerpo está sano y robusto;
73:5 no comparten las penas de los hombres
ni son golpeados como los demás.
73:6 Por eso, el orgullo es su collar
y la violencia, el manto que los cubre;
73:7 la malicia se les sale por los poros,
su corazón rebosa de malos propósitos.
73:8 Se burlan y hablan con maldad;
desde lo alto, amenazan con prepotencia;
73:9 su boca se insolenta contra el cielo
y su lengua se pasea por la tierra.
73:10 Por eso, el pueblo de Dios se vuelve hacia ellos,
y beben el agua a raudales.
73:11 Ellos dicen: "¿Acaso Dios lo va a saber?
¿Se va a enterar el Altísimo?"
73:12 Así son esos malvados
y, siempre tranquilos, acrecientan sus riquezas.

La suerte final de los impíos73:13 Entonces, ¿en vano mantuve puro mi corazón
y lavé mis manos en señal de inocencia?
73:14 Porque yo era golpeado todo el día
y cada mañana soportaba mi castigo.
73:15 Si hubiera dicho: "Voy a hablar como ellos",
habría traicionado al linaje de tus hijos.
73:16 Yo reflexionaba, tratando de entenderlo,
pero me resultaba demasiado difícil.
73:17 ¡Hasta que entré en el Santuario de Dios
y comprendí el fin que les espera!
73:18 Sí, tú los pones en un terreno resbaladizo
y los precipitas en la ruina.
73:19 ¡Qué pronto quedan devastados
y acaban consumidos por el horror!
73:20 Son como un sueño al despertar, Señor:
al levantarte, disipas hasta su imagen.
73:21 Cuando se agriaba mi corazón
y me torturaba en mi interior,
73:22 yo era un necio y no comprendía,
era como un animal ante ti.


La verdadera felicidad73:23 Pero yo estoy siempre contigo,
tú me has tomado de la mano derecha
;
73:24 me guiarás con tu consejo
y después, me recibirás con gloria
.
73:25 ¿A quién sino a ti tengo yo en el cielo?
Si estoy contigo, no deseo nada en la tierra.
73:26 Aunque mi corazón y mi carne se consuman,
Dios es mi herencia para siempre
y la Roca de mi corazón.
73:27 Los que se apartan de ti terminan mal,
tú destruyes a los que te son i

nfieles.
73:28 Mi dicha es estar cerca de Dios:
yo he puesto mi refugio en ti, Señor,
para proclamar todas tus acciones

SALMO 72 DIOS DE ISRAEL, EL UNICO QUE HACE MARAVILLAS

SALMO 72 (71)

Que el rey defienda a los humildes
72:
1 De Salomón.
Concede, Señor, tu justicia al rey
y tu rectitud al descendiente de reyes,
72:2 para que gobierne a tu pueblo con justicia
y a tus pobres con rectitud.
72:3 Que las montañas traigan al pueblo la paz,
y las colinas, la justicia;
72:4 que él defienda a los humildes del pueblo,
socorra a los hijos de los pobres
y aplaste al opresor.
72:5 Que dure tanto como el sol y la luna,
a lo largo de las generaciones;
72:6 que sea como lluvia que cae sobre el césped
y como chaparrones que riegan la tierra.
72:7 Que en sus días florezca la justicia
y abunde la paz, mientras dure la luna;
72:8 que domine de un mar hasta el otro,
y desde el Río hasta los confines de la tierra.
72:9 Que se inclinen ante él las tribus del desierto,
y sus enemigos muerdan el polvo;
72:10 que los reyes de Tarsis y de las costas lejanas
le paguen tributo.
Que los reyes de Arabia y de Sebá
le traigan regalos;
72:11 que todos los reyes le rindan homenaje
y lo sirvan todas las naciones.
72:12 Porque él librará al pobre que suplica
y al humilde que está desamparado
.
72:13 Tendrá compasión del débil y del pobre,
y salvará la vida de los indigentes
.
72:14 Los rescatará de la opresión y la violencia,
y la sangre de ellos será preciosa ante sus ojos.
72:15 Por eso, que viva largamente
y le regalen oro de Arabia;
que oren por él sin cesar
y lo bendigan todo el día.
72:16 Que en el país abunden los trigales
y ondeen sobre las cumbres de las montañas;
que sus frutos broten como el Líbano
y florezcan como la hierba de los campos.
72:17 Que perdure su nombre para siempre
y su linaje permanezca como el sol;
que él sea la bendición de todos los pueblos
y todas las naciones lo proclamen feliz
.
* * *
72:18 Bendito sea el Señor, Dios de Israel,
el único que hace maravillas.
72:19 Sea bendito eternamente su Nombre glorioso
y que su gloria llene toda la tierra.
¡Amén! ¡Amén!
72:20 Fin de las oraciones de David, hijo de Jesé. 

SALMO 71 EN TI ME APOYÉ DESDE LAS ENTRAÑAS DE MI MADRE

SALMO 71 (70)


No me abandones, Señor, ahora que soy viejo
Súplica confiada
71:1 Yo me refugio en ti, Señor,
¡que nunca tenga que avergonzarme!
71:2 Por tu justicia, líbrame y rescátame,
inclina tu oído hacia mí, y sálvame
.
71:3 Sé para mí una roca protectora,
tú que decidiste venir siempre en mi ayuda,
porque tú eres mi Roca y mi fortaleza
.
71:4 ¡Líbrame, Dios mío, de las manos del impío,
de las garras del malvado y del violento!
71:5 Porque tú, Señor, eres mi esperanza
y mi seguridad desde mi juventud
.
71:6 En ti me apoyé desde las entrañas de mi madre;
desde el seno materno fuiste mi protector,
y mi alabanza está siempre ante ti
.

Motivos de tristeza en la vejez71:7 Soy un motivo de estupor para muchos,
pero tú eres mi refugio poderoso.
71:8 Mi boca proclama tu alabanza
y anuncia tu gloria todo el día.
71:9 No me rechaces en el tiempo de mi vejez,
no me abandones, porque se agotan mis fuerzas
;
71:10 mis enemigos hablan contra mí,
y los que me acechan se confabulan, diciendo:
71:11 "Dios lo tiene abandonado: persíganlo,
captúrenlo, porque no hay quien lo libre".
71:12 ¡Señor, no te quedes lejos de mí;
Dios mío, ven pronto a socorrerme!
71:13 ¡Queden confundidos y humillados
los que atentan contra mi vida
!
¡Queden cubiertos de oprobio y de vergüenza
los que buscan mi perdición!

Reiteración de la confianza en Dios71:14 Yo, por mi parte, seguiré esperando
y te alabaré cada vez más.
71:15 Mi boca anunciará incesantemente
tus actos de justicia y salvación,
aunque ni siquiera soy capaz de enumerarlos.
71:16 Vendré a celebrar las proezas del Señor,
evocaré tu justicia, que es sólo tuya
.
71:17 Dios mío, tú me enseñaste desde mi juventud,
y hasta hoy he narrado tus maravillas
.
71:18 Ahora que estoy viejo y lleno de canas,
no me abandones, Dios mío,
hasta que anuncie las proezas de tu brazo
a la generación que vendrá.
71:19 Tu justicia llega hasta el cielo, Señor:
tú has hecho grandes cosas,
y no hay nadie igual a ti, Dios mío
.
71:20 Me hiciste pasar por muchas angustias,
pero de nuevo me darás la vida;
me harás subir de lo profundo de la tierra,
71:21 acrecentarás mi dignidad
y volverás a consolarme.

El gozo anticipado71:22 Entonces te daré gracias con el arpa,
por tu fidelidad, Dios mío;
te cantaré con la cítara,
a ti, el Santo de Israel.
71:23 Mis labios te cantarán jubilosos,
y también mi alma, que tú redimiste.
71:24 Yo hablaré de tu justicia todo el día,
porque quedarán confundidos y avergonzados
los que buscaban mi perdición.

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SALMO 69 QUE TU AYUDA ME PROTEJA

SALMO 69 (68)

Sálvame, oh Dios, pues eres fiel
69:
1 Del maestro de coro. Según la melodía de "Los lirios". De David.
Descripción de los males69:2 ¡Sálvame, Dios mío,
porque el agua me llega a la garganta!
69:3 Estoy hundido en el fango del Abismo
y no puedo hacer pie;
he caído en las aguas profundas,
y me arrastra la corriente.
69:4 Estoy exhausto de tanto gritar,
y mi garganta se ha enronquecido;
se me ha nublado la vista
de tanto esperar a mi Dios.
69:5 Más numerosos que los cabellos de mi cabeza
son los que me odian sin motivo;
más fuertes que mis huesos,
los que me atacan sin razón.
¡Y hasta tengo que devolver
lo que yo no he robado!
69:6 Dios mío, tú conoces mi necedad,
no se te ocultan mis ofensas.
69:7 Que no queden defraudados por mi culpa
los que esperan en ti, Señor del universo;
que no queden humillados por mi causa
los que te buscan, Dios de Israel.
69:8 Por ti he soportado afrentas
y la vergüenza cubrió mi rostro;
69:9 me convertí en un extraño para mis hermanos,
fui un extranjero para los hijos de mi madre:
69:10 porque el celo de tu Casa me devora,
y caen sobre mí los ultrajes de los que te agravian.
69:11 Cuando aflijo mi alma con ayunos,
aprovechan para insultarme;
69:12 cuando me visto de penitente,
soy para ellos un motivo de risa;
69:13 los que están a la puerta murmuran contra mí,
y los bebedores me hacen burla con sus cantos.

Pedido de auxilio69:14 Pero mi oración sube hasta ti, Señor,
en el momento favorable:
respóndeme, Dios mío, por tu gran amor,
sálvame, por tu fidelidad.
69:15 Sácame del lodo para que no me hunda,
líbrame de los que me odian
y de las aguas profundas;
69:16 que no me arrastre la corriente,
que no me trague el Abismo,
que el Pozo no se cierre sobre mí.
69:17 Respóndeme, Señor, por tu bondad y tu amor,
por tu gran compasión vuélvete a mí;
69:18 no le ocultes el rostro a tu servidor,
respóndeme pronto, porque estoy en peligro.
69:19 Acércate a mi y rescátame,
líbrame de mis enemigos:
69:20 tú conoces mi afrenta, mi vergüenza y mi deshonra,
todos mis enemigos están ante ti.
69:21 La vergüenza me destroza el corazón,
y no tengo remedio.
Espero compasión y no la encuentro,
en vano busco un consuelo:
69:22 pusieron veneno en mi comida,
y cuando tuve sed me dieron vinagre.

Imprecación contra los enemigos
69:23 Que su mesa se convierta en una trampa,
y sus manjares, en un lazo;
69:24 que se nuble su vista y no vean,
y sus espaldas se queden sin fuerzas.
69:25 Descarga sobre ellos tu indignación
que los alcance el ardor de tu enojo;
69:26 que sus poblados se queden desiertos
y nadie habite en sus carpas.
69:27 Porque persiguen al que tú has castigado
y aumentan los dolores del que tú has herido.
69:28 Impútales una culpa tras otra,
no los declares inocentes;
69:29 bórralos del Libro de la Vida,
que no sean inscritos con los justos.


Acción de gracias
69:30 Yo soy un pobre desdichado, Dios mío,
que tu ayuda me proteja:
69:31 así alabaré con cantos el nombre de Dios,
y proclamaré su grandeza dando gracias;
69:32 esto agradará al Señor más que un toro,
más que un novillo con cuernos y pezuñas.
69:33 Que lo vean los humildes y se alegren,
que vivan los que buscan al Señor:
69:34 porque el Señor escucha a los pobres
y no desprecia a sus cautivos.
69:35 Que lo alaben el cielo, la tierra y el mar,
y todos los seres que se mueven en ellos;
69:36 porque el Señor salvará a Sión
y volverá a edificar las ciudades de Judá:
69:37 el linaje de sus servidores la tendrá como herencia,
y los que aman su nombre morarán en ella. 

SALMO 70 QUE GRANDE ES NUESTRO DIOS

SALMO 70 (69)

Señor, ven pronto a socorrerme
Salmo 40, 12-18

70:1 Del maestro de coro. De David. En memoria.
70:2 ¡Líbrame, Dios mío!
¡Señor, ven pronto a socorrerme!
70:3 Que se avergüencen y sean humillados
los que quieren acabar con mi vida.
Que retrocedan confundidos
los que desean mi ruina;
70:4 que vuelvan la espalda avergonzados
los que se ríen de mí.
70:5 Que se alegren y se regocijen en ti
todos los que te buscan;
y digan siempre los que desean tu victoria:
Qué grande es nuestro Dios!"
70:6 Yo soy pobre y miserable:
ven pronto, Dios mío;
tú eres mi ayuda y mi libertador,
¡no tardes, Señor!

lunes, 26 de agosto de 2013

SALMO 68 TU ERES TEMIBLE, SEÑOR, DESDE TUS SANTUARIOS

SALMO 68 (67)

Nuestro Dios es un Dios que nos salva
68:
1 Del maestro de coro. De David. Salmo. Canto.
Comienzo de la liturgia procesional68:2 ¡Se alza el Señor!
Sus enemigos se dispersan
y sus adversarios huyen delante de él.
68:3 Tú los disipas como se disipa el humo;
como se derrite la cera ante el fuego,
así desaparecen los impíos delante del Señor.
68:4 Pero los justos se regocijan,
gritan de gozo delante del Señor
y se llenan de alegría
.
68:5 ¡Canten al Señor,
entonen un himno a su Nombre!
¡Ábranle paso al que cabalga sobre las nubes!
Su Nombre es "el Señor":
¡griten de alegría en su presencia!
68:6 El Señor en su santa Morada
es padre de los huérfanos y defensor de las viudas:
68:7 él instala en un hogar a los solitarios
y hace salir con felicidad a los cautivos,
mientras los rebeldes habitan en un lugar desolado.

La marcha del Señor por el desierto68:8 Señor, cuando saliste al frente de tu pueblo,
cuando avanzabas por el desierto,
68:9 tembló la tierra y el cielo dejó caer su lluvia,
Pausa
delante del Señor —el del Sinaí—
delante del Señor, el Dios de Israel.
68:10 Tú derramaste una lluvia generosa, Señor:
tu herencia estaba exhausta y tú la reconfortaste;
68:11 allí se estableció tu familia,
y tú, Señor, la afianzarás
por tu bondad para con el pobre.

El anuncio de la victoria68:12 El Señor pronuncia una palabra
y una legión de mensajeros anuncia la noticia:
68:13 "Huyen los reyes, huyen con sus ejércitos,
y te repartes como botín los adornos de un palacio.
68:14 ¡No se queden recostados entre los rebaños!
Las alas de la Paloma están recubiertas de plata,
y su plumaje, de oro resplandeciente".
68:15 Cuando el Todopoderoso dispersó a los reyes,
caía la nieve sobre el Monte Umbrío.

La Montaña de Sión, Morada del Señor68:16 ¡Montañas divinas, montañas de Basán,
montañas escarpadas, montañas de Basán!
68:17 ¿Por qué miran con envidia, montañas escarpadas,
a la Montaña que Dios prefirió como Morada?
¡Allí el Señor habitará para siempre!
68:18 Los carros de guerra de Dios
son dos miríadas de escuadrones relucientes:
¡el Señor está en medio de ellos,
el Sinaí está en el Santuario!
68:19 Subiste a la altura llevando cautivos,
recogiste dones entre los hombres
—incluso entre los rebeldes—
cuando te estableciste allí, Señor Dios.

El Señor, defensor de su Pueblo68:20 ¡Bendito sea el Señor, el Dios de nuestra salvación!
Él carga con nosotros día tras día; Pausa
68:21 él es el Dios que nos salva
y nos hace escapar de la muerte.
68:22 Sí, Dios aplastará la cabeza de sus enemigos,
el cráneo de los que se obstinan en sus delitos.
68:23 Dice el Señor: "Los traeré de Basan,
los traeré desde los abismos del mar,
68:24 para que hundas tus pies en la sangre del enemigo
y la lengua de tus perros también tenga su parte".

Marcha litúrgica hacia el Santuario68:25 Ya apareció tu cortejo, Señor,
el cortejo de mi Rey y mi Dios hacia el Santuario:
68:26 los cantores van al frente, los músicos, detrás;
las jóvenes, en medio, van tocando el tamboril.
68:27 ¡Bendigan al Señor en medio de la asamblea!
¡Bendigan al Señor desde la fuente de Israel!
68:28 Allí Benjamín, el más pequeño, abre la marcha
con los príncipes de Judá, vestidos de brocado,
con los príncipes de Zabulón
y los príncipes de Neftalí.

El sometimiento de los pueblos68:29 Tu Dios ha desplegado tu poder:
¡sé fuerte, Dios, tú que has actuado por nosotros!
68:30 A causa de tu Templo, que está en Jerusalén,
los reyes te presentarán tributo.
68:31 Reprime a la Fiera de los juncos,
al tropel de los toros y terneros:
que esos pueblos se rindan a tus pies,
trayendo lingotes de oro.
El Señor dispersó a los pueblos guerreros;
68:32 telas preciosas llegan de Egipto
y Etiopía, con sus propias manos,
presenta sus dones a Dios.


Alabanza final68:33 ¡Canten al Señor, reinos de la tierra,
entonen un himno al Señor, Pausa
68:34 al que cabalga por el cielo,
por el cielo antiquísimo!
Él hace oír su voz poderosa,
68:35 ¡reconozcan el poder del Señor!
Su majestad brilla sobre Israel
y su poder, sobre las nubes.
68:36 Tú eres temible, Señor, desde tus santuarios.
El Dios de Israel concede a su pueblo
el poder y la fuerza.

¡Bendito sea Dios!

SALMO 67 EL SEÑOR, NUESTRO DIOS, NOS BENDICE

SALMO 67 (66)

¡Oh Dios, que te den gracias los pueblos!
67:
1 Del maestro de coro. Para instrumentos de cuerda. Salmo. Canto.
67:2 El Señor tenga piedad y nos bendiga,
haga brillar su rostro sobre nosotros,
Pausa
67:3 para que en la tierra se reconozca su dominio,
y su victoria entre las naciones
.
67:4 ¡Que los pueblos te den gracias, Señor,
que todos los pueblos te den gracias!
67:5 Que canten de alegría las naciones,
porque gobiernas a los pueblos con justicia
y guías a las naciones de la tierra. Pausa
67:6 ¡Que los pueblos te den gracias, Señor,
que todos los pueblos te den gracias!
67:7 La tierra ha dado su fruto:
el Señor, nuestro Dios, nos bendice.
67:8 Que Dios nos bendiga,
y lo teman todos los confines de la tierra. 

SALMO 66 GOBIERNA ETERNAMENTE CON SU FUERZA

SALMO 66 (65)

¡Oh Dios, qué admirables son tus obras!
66:
1 Del maestro de coro. Canto. Salmo.
Invitación a la alabanza¡Aclame al Señor toda la tierra!
66:2 ¡Canten la gloria de su Nombre!
Tribútenle una alabanza gloriosa,
66:3 digan al Señor: "¡Qué admirables son tus obras!"
Por la inmensidad de tu poder,
tus enemigos te rinden pleitesía;
66:4 toda la tierra se postra ante ti,
y canta en tu honor, en honor de tu Nombre
.
Pausa
66:5 Vengan a ver las obras del Señor,
las cosas admirables que hizo por los hombres:
66:6 él convirtió el Mar en tierra firme,
a pie atravesaron el Río.
Por eso, alegrémonos en él,
66:7 que gobierna eternamente con su fuerza;
sus ojos vigilan a las naciones
,
y los rebeldes no pueden sublevarse. Pausa
66:8 Bendigan, pueblos, a nuestro Dios,
hagan oír bien alto su alabanza:
66:9 él nos concedió la vida
y no dejó que vacilaran nuestros pies.
66:10 Porque tú nos probaste, Señor,
nos purificaste como se purifica la plata
;
66:11 nos hiciste caer en una red,
cargaste un fardo sobre nuestras espaldas.
66:12 Dejaste que cabalgaran sobre nuestras cabezas,
pasamos por el fuego y por el agua,
¡hasta que al fin nos diste un respiro!


Liturgia de acción de gracias66:13 Yo vengo a tu Casa a ofrecerte holocaustos,
para cumplir los votos que te hice:
66:14 los votos que pronunciaron mis labios
y que mi boca prometió en el peligro.
66:15 Te ofreceré en holocausto animales cebados,
junto con el humo de carneros;
te sacrificaré bueyes y cabras. Pausa
66:16 Los que temen al Señor, vengan a escuchar,
yo les contaré lo que hizo por mí:
66:17 apenas mi boca clamó hacia él,
mi lengua comenzó a alabarlo.
66:18 Si hubiera tenido malas intenciones,
el Señor no me habría escuchado;
66:19 pero Dios me escuchó
y atendió al clamor de mi plegaria.
66:20 Bendito sea Dios,
que no rechazó mi oración
ni apartó de mí su misericordia.  

SALMO 65 Y LOS VALLES SE REVISTEN DE TRIGO

SALMO 65 (64)

Oh Dios, tú mereces que te alaben en Sión
65:1 Del maestro de coro. De David. Canto.
Reconocimiento de la bondad de Dios65:2 A ti, Señor, te corresponde
un canto de alabanza en Sión,
y todos tienen que cumplir sus votos,
65:3 porque tú escuchas las plegarias.
A ti acuden todos los hombres

65:4 bajo el peso de sus culpas:
nuestras faltas nos abruman,
pero tú las perdonas.
65:5 Feliz el que tú eliges y atraes
para que viva en tus atrios:
¡que nos saciemos con los bienes de tu Casa,
con los dones sagrados de tu Templo!

La obra de Dios en la Creación65:6 Por tu justicia, Dios, salvador nuestro,
nos respondes con obras admirables:
tú eres la esperanza de los confines de la tierra
y de las islas más remotas
.
65:7 Tú afianzas las montañas con tu poder,
revestido de fortaleza;
65:8 acallas el rugido de los mares,
el estruendo de las olas
y el tumulto de los pueblos.
65:9 Los que habitan en las tierras más lejanas
temen tus obras prodigiosas;
tú haces que canten de alegría
el oriente y el occidente.


La fertilidad de la tierra65:10 Visitas la tierra, la haces fértil
y la colmas de riquezas;
los canales de Dios desbordan de agua,
y así preparas sus trigales
:
65:11 riegas los surcos de la tierra,
emparejas sus terrones;
la ablandas con aguaceros
y bendices sus brotes.
65:12 Tú coronas el año con tus bienes,
y a tu paso rebosa la abundancia
;
65:13 rebosan los pastos del desierto
y las colinas se ciñen de alegría
.
65:14 Las praderas se cubren de rebaños
y los valles se revisten de trigo:
todos ellos aclaman y cantan
.

viernes, 23 de agosto de 2013

SALMO 64 APÁRTAME DE LA CONJURACION

SALMO 64 (63)

Señor, protege mi vida del enemigo
64:
1 Del maestro de coro. Salmo de David.
64:2 Dios mío, escucha la voz de mi lamento,
protégeme del enemigo temible.
64:3 Apártame de la conjuración de los malvados,
de la agitación de los que hacen el mal.
64:4 Ellos afilan su lengua como una espada
y apuntan como flechas sus palabras venenosas,
64:5 para disparar a escondidas contra el inocente,
tirando de sorpresa y sin ningún temor.
64:6 Se obstinan en sus malos propósitos
y esconden sus trampas con astucia,
pensando: "¿Quién podrá verlo?"
64:7 Proyectan maldades y disimulan sus proyectos:
su interior es un abismo impenetrable.
64:8 Pero Dios los acribilla a flechazos
y quedan heridos de improviso;
64:9 su misma lengua los lleva a la ruina,
y aquellos que los ven mueven la cabeza.
64:10 Por eso, todos los hombres sentirán temor:
proclamarán esta obra de Dios
y reconocerán lo que él hizo.
64:11 El justo se alegrará en el Señor
y encontrará un refugio en él;
y se gloriarán todos los rectos de corazón

SALMO 63 MI ALMA ESTA UNIDA A TÍ, TU MANO ME SOSTIENE

SALMO 63 (62)




¡Oh Dios, estoy sediento de ti!
63:
1 Salmo de David. Cuando estaba en el desierto de Judá. 2 Samuel 15, 23 2 Samuel 15, 28
63:2 Señor, tú eres mi Dios,
yo te busco ardientemente;
mi alma tiene sed de ti,
por ti suspira mi carne
como tierra sedienta, reseca y sin agua.
63:3 Sí, yo te contemplé en el Santuario
para ver tu poder y tu gloria.
63:4 Porque tu amor vale más que la vida,
mis labios te alabarán
.
63:5 Así te bendeciré mientras viva
y alzaré mis manos en tu Nombre
.
63:6 Mi alma quedará saciada
como con un manjar delicioso,
y mi boca te alabará
con júbilo en los labios
.
63:7 Mientras me acuerdo de ti en mi lecho
y en las horas de la noche medito en ti
,
63:8 veo que has sido mi ayuda
y soy feliz a la sombra de tus alas
.
63:9 Mi alma está unida a ti,
tu mano me sostiene
.
63:10 Que caigan en lo más profundo de la tierra
los que buscan mi perdición;
63:11 que sean pasados al filo de la espada
y arrojados como presa a los chacales.
63:12 Pero el rey se alegrará en el Señor;
y los que juran por él se gloriarán,
cuando se haga callar a los traidores.