lunes, 6 de marzo de 2017
¡Qué bien suena "Sígueme". Cuántas veces lo habremos escuchado, leído, meditado... Hoy, una vez más, resuena con claridad: no te vayas, no te preocupes, no te quedes ahí, no tengas miedo, ¡sígueme!
No hay nada más esperanzador para un enfermo que escuchar a su médico explicarle con firme tranquilidad cuál va a ser el camino de la curación, nada más tranquilizador para una persona que está perdida en medio de un bosque que encontrar un sendero, nada más acogedor que los brazos de papá o de mamá para un niño asustado. Todo eso es el sígueme de Jesús.
viernes, 3 de marzo de 2017
jueves, 2 de marzo de 2017
Somos dichosos porque fuimos llamados a la vida.
Somos dichosos porque fuimos llamados a la fe.
Somos dichosos porque Dios nos amó primero
Somos felices porque tenemos un Dios
mucho mejor del que nos imaginábamos.
Somos felices porque, al resucitar,
venció a la muerte.
Somos dichosos porque sabemos
que incluso el dolor es camino de resurrección.
Somos dichosos porque él sigue estando
con nosotros.
Somos dichosos porque nos encargó la tarea de evangelizar.
Somos dichosos porque, al ser él nuestro hermano,
nos descubrió cuán hermanos éramos nosotros.
Somos dichosos porque él perdonará nuestros pecados como perdonó el de Pedro.
Somos dichosos peque él curará nuestra ceguera como la de Tomás.
Somos dichosos porque él avivará nuestras esperanza muertas como las de los de Emaús.
Somos dichosos porque él enderezará nuestro amor como el de Magdalena.
Somos dichosos porque nuestros nombre están escritos en el reino de los cielos.
Somos dichosos porque el reino de los cielos está ya dentro de nosotros.
Somos dichosos porque nos ha nombrado testigos de su gozo, la más hermosa de las tareas,
el más bendito de los oficios, la misión que debería llenarnos a todas horas los oídos de alegría
Suscribirse a:
Entradas (Atom)