"¡Ah, Señor! Tú has hecho el cielo y la tierra con tu gran fuerza y tu brazo poderoso: para ti no hay nada imposible. Jer 32:17

Pero yo cantaré tu poder, y celebraré tu amor de madrugada, porque tú has sido mi fortaleza y mi refugio en el peligro. Sal 59:17

pero los que esperan en el Señor renuevan sus fuerzas: vuelven como las águilas, corren y no se fatigan, caminan y no se cansan. Isa 40, 31

No temas, porque yo estoy contigo, no te inquietes, porque yo soy tu Dios; yo te fortalezco y te ayudo, yo te sostengo con mi mano victoriosa. Isa 41:10

Por eso les digo: Cuando pidan algo en la oración, crean que ya lo tienen y lo conseguirán. Mc 11:24

La oración nunca ha fallado, nunca ha quedado obsoleta. Es el medio por el cual nosotros nos acercamos a Dios, allí le podemos contar nuestras necesidades, allí le dejamos nuestras cargas. No hay ocupación más importante que la oración, 

No, las armas de nuestro combate no son carnales, pero, por la fuerza de Dios, son suficientemente poderosas para derribar fortalezas. Por eso destruimos los sofismas y toda clase de altanería que se levanta contra el conocimiento de Dios, y sometemos toda inteligencia humana para que obedezca a Cristo. 2 Co 10, 4-5.

apártese del mal y practique el bien; busque la paz y siga tras ella.1 Pe 3, 11