martes, 3 de septiembre de 2013

ORACIOINES DE SANACION

ORACIONES DE SANACIÓN.




ORACION DE SANACIÓN POR LA FAMILIA.

¡Señor Jesús! Hoy venimos a Ti, en nombre de cada una de las personas de nuestra familia. Tú, en tus designios de amor por cada uno de nosotros, nos has colocado en ella y nos has vinculado a cada una de las personas que la componen. En primer lugar, te queremos dar gracias de todo corazón por cada uno de los miembros de mi familia, por todo el amor que he recibido tuyo a través de el/os y te queremos alabar y glorificar porque nos has colocado en ella. A través de la familia y en la familia, tú nos has dado la vida y has querido para nosotros que formemos un núcleo de amor.

Hoy, Señor, queremos que Tú pases con tu sanación por cada uno de nosotros y realices tu obra de amor en cada uno de nosotros. Y antes de nada, Señor, queremos pedirte perdón por todas las faltas de amor que hayamos tenido en casa, por todas nuestras indelicadezas, por todas nuestras faltas de comprensión, por no ser a veces cauces de tu amor para ellos.

En primer lugar, Jesús, te pedimos que entres en el corazón de cada uno y toques aquellas experiencias de nuestra vida que necesiten ser sanadas. Tú nos conoces mucho mejor que nosotros mismos; por lo tanto, llena con tu amor todos los rincones de nuestro corazón. Donde quiera que encuentres - el niño herido -, tócalo, consuélalo y pónlo en libertad.

Vuelve a recorrer nuestra vida, la vida de cada uno de nosotros, desde el principio, desde el mismo momento de nuestra concepción. Purifica las líneas hereditarias y líbranos de aquellas cosas que puedan haber ejercido una influencia negativa en aquel momento. Bendícenos mientras íbamos fomándonos en el vientre de nuestra madre y quita todas las trabas que puedan haber dificultado, durante los meses de gestación, nuestro desarrollo en plenitud.

Danos un profundo deseo de querer nacer y sana cualquier trauma tanto físico como emocional que pudiera habernos dañado durante nuestro nacimiento. ¡Gracias, Señor!, por estar ahí presente para recibimos a cada uno de nosotros en tus brazos en el momento mismo de nuestro nacimiento, para darnos la bienvenida a la tierra y asegurarnos que Tú nunca nos faltarías ni nos abandonarías.

Jesús, te pedimos que rodees nuestra infancia con tu luz y que toques aquellos recuerdos que nos impiden ser libres. Si lo que más necesitamos cada uno fue más cariño maternal, mándanos a tu Madre, la Virgen María, para que nos dé lo que nos falta. Pídele que nos abrace a cada uno, que nos arrulle a cada uno, que nos cuente cuentos y llene el vacío que necesita el calor y el consuelo que sólo una madre puede dar.

Quizá "el niño interior" siente la falta del amor del padre. Señor Jesús, déjanos gritar con libertad, con todo nuestro ser: "¡Abba!, ¡papá! ¡Papaito!. Si necesitábamos alguno de nosotros más cariño paternal y la seguridad de que nos deseaban, y nos amaban de verdad, te pedimos que nos levantes y nos hagas sentir la fuerza de tus brazos protectores. Renueva nuestra confianza y danos el valor que necesitamos para hacer frente a las adversidades de la vida, porque sabemos, Padre nuestro, que tu amor nos levantará y nos ayudará si tropezamos y caemos.

Recorre nuestra vida, Señor, y consuélanos cuando otros nos trataban mal. Sana las heridas de los encuentros que nos dejaron asustado, que nos hicieron entrar en nosotros mismos y levantar barreras de defensa ante la gente. Si alguno de nosotros se ha sentido solo, abandonado y rechazado por la humanidad, concédenos por medio de tu amor que lo sana todo, un nuevo sentido del valor de cada uno como persona.

¡Oh Jesús, nos presentamos en este día ante ti, toda la familia y te pedimos que sanes nuestras relaciones, que sean unas relaciones llenas de cariño, de comprensión y de ternura y que nuestra familia se parezca a la tuya. Te pedimos, por intercesión de tu Madre, la Reina de la Paz, que nuestros hogares sean lugares de paz, de armonía y donde realmente experimentemos tu presencia. ¡Gracias, Señor!



ORACIÓN POR LOS ENFERMOS

(Del padre Emiliano Tardif, M. S. C. Emitida en Radio 5 de RNE)



Señor, Tú eres el buen pastor y Tú has dicho: «vengan a mí todos los que están cansados y cargados y Yo los aliviaré».

Venimos a ti con todos los enfermos de esta parroquia que están unidos con nosotros, te lo suplicamos Jesús, bendícelos a todos, pon tu mano de buen pastor sobre cada uno de ellos y por los méritos de tu pasión comienza a sanarlos de su enfermedad; si es tu santa voluntad sabemos Jesús que Tú puedes sanarlos; y te lo pedimos en fe, no mires nuestros pecados sino la fe de tu Iglesia y por el poder de tus Llagas gloriosas, por tu santa Cruz y por tu preciosa Sangre comienza a sanar a muchos de ellos Señor.

Y a los que Tú no vas a sanar hoy porque en tu plan providencial, Tú tienes algo distinto para ellos, te pedimos que les des fortaleza para que nunca se desesperen y que sepan ofrecer sus sufrimientos uniéndolos a tus sufrimientos en la Cruz para darle un valor de redención.

Pero estamos tan seguros de tu presencia viva en medio de nosotros Señor que, aun antes de conocer el resultado de nuestra oración en fe te decimos gracias por todo lo que estás haciendo ahora por nuestros enfermos.

Y todo esto te lo pedimos por intercesión de nuestra Madre la Virgen Santísima;

y te damos gracias por lo que Tú vas a seguir haciendo por ellos.




ORACION POR LOS ENFERMOS DE CUERPO ENTERO

Jesús sabemos que tú estás presente en el santísimo sacramento del altar con tu cuerpo, sangre, alma y divinidad.

Bendito y adorado sea el sacratísimo Corazón Eucarístico de Jesús.

-Te alabamos y bendecimos quisiste tener una mamá para que te diera su cuerpo y su sangre para que tú la derramaras por nosotros. Gracias Jesús.

-Y como María queremos abandonarnos a tu voluntad, para que en tus manos de alfarero divino reconviertas nuestra vasija en una obra de arte para ti.

-Aquí estoy Jesús tal y como soy, tal vez humillado, tal vez perseguido, incomprendido, calumniado, alegre, triste, enfermo, sea como sea mi estado te digo “Señor hágase en mí según tu Palabra”

Tú eres Cristo Jesús Salvador de mi historia presente pasada y futura, ven a caminar por ellas y bendícelas.

-Tú curaste a los leprosos, cura mi lepra espiritual, producida por mi pecado, pecado de soberbia, debilidad o ignorancia, arrogancia que fueron los que originaron en mi enfermedad.

Clávalos Cruz y unge mis heridas con tu bendita sangre.

-Tú que abriste los oídos a los sordos, cura y libérame del espíritu de ceguera que no me permite verte para poder alabarte y bendecirte, ni me permite ver las necesidades de mis hermanos.

-Tú que sanaste a los epilépticos y a los mudos, libérame de los espíritus de epilepsia y mudez que me impiden expresarme y transmitir tu palabra con sabiduría, prudencia, claridad, afecto y firmeza.

-Tú que hiciste caminar a los paralíticos, libérame del espíritu de parálisis s que me impiden moverme y me dejan postrado largo tiempo haciéndome perder la alegría y no sé donde debo ir para cumplir tu voluntad, y no me dejan caminar para evangelizar.

-Tú que resucitaste a los muertos, resucita las áreas de mi vida y de mi historia que están marchitas, agonizantes o muertas. Resucita mi matrimonio, mi trabajo, mis relaciones familiares, con mis hermanos de grupo, resucita mi corazón que murió al amor, o a mis sentimientos que mataron, o dejaron herido y no puedo amar más.

-Tú que liberaste a los poseídos por el espíritu del mal, libérame de toda influencia maligna, a mi persona, a mi familia, a mi entorno, y cólmame de tu espíritu santo para que rotas las cadenas que me atan pueda reflejar tu gloria a través de tu obra.

-Tú Señor que sanaste a tus discípulos del miedo que los mantenía encerrados, libérame de toda clase de miedos, al agua, a la gente, a las multitudes, a Dios, a las alturas, a la enfermedad, al dolor, a la muerte, a la soledad a los lugares cerrados. Libérame a mí y toda mi familia.

Señor tú que abriste el Mar Rojo, ábreme los caminos en mi trabajo, en mis decisiones, en las dudas que me atormentan, en la oscuridad de mi camino de fe.
Libérame a mí y a toda mi familia..

Tú que entregaste la bendición a Abrahán, Jacob e Isaac, bendice hoy a toda mi generación Señor. A todos mis antepasados, a las generaciones presentes y futuras.

Libéranos de los odios, muertes, suicidios, enfermedades mentales, cualquier tipo de brujerías, magia negra, tarot, ciencias ocultas, maldiciones, etc. y de todo aquello que pudiera estar atado y que me estuviera produciendo un continuo sufrimiento, desesperación, depresión etc.

Yo renuncio en nombre de Jesucristo a todos los caminos del mal, negatividad y falta de amor.

Te pedimos que nos liberes del espíritu de blasfemia que tuvieron mis antepasados y que aún me salpican a mí y a mis generaciones futuras.

-Te pido Señor que traigas a mi mente cualquier actitud negativa arraigada profundamente de dolor odio, remordimiento, desgracia, suicidio, alcoholismo malos tratos, o cualquier tipo de vicio.

Te pedimos que sean sanadas y liberadas por el misterio de tu presencia Real en la eucaristía.

Gracias Señor. Envíanos a tus santos ángeles y arcángeles para que nos guíen a lo largo del camino a mí y a mi familia. Amén


ORACIÓN AL CORAZÓN DE JESÚS POR UN ENFERMO.

Dulcísimo Jesús, que dijisteis:

"Yo soy la Resurrección y la Vida", que recibiendo y llevando en Vos nuestras enfermedades, curabas las dolencias de cuantos se te acercaban; a Ti acudo para implorar de tu Divino Corazón a favor de los enfermos, suplicándote por intercesión de tu Santísima Madre, la bienaventurada siempre Virgen María, salud de los enfermos, quieras aliviar y sanar en la presente enfermedad a tu siervo ........ , si es conveniente para su bien espiritual y el de mi alma.

Señor Jesús, que al funcionario real que te decía: "Venid, Señor, antes que mi hijo muera", le respondisteis: "Vete, tu hijo vive". Sánalo, Señor.

Señor Jesús, que al ciego de Jericó, que sentado junto al camino te decía en alta voz: "Jesús, Hijo de David, ten piedad de mí", le respondiste: "Recupera tu vista, tu fe te ha salvado", y al momento vio. Sánalo, Señor.

Señor Jesús, que diciendo: "Quiero, sé limpio", limpiaste al leproso, que te decía suplicante: "Señor, si quieres puedes limpiarme". Sánalo, Señor.

Señor Jesús, que librasteis al mudo poseído del demonio, hablando luego con admiración a las turbas el que antes era mudo. Sánalo, Señor.

Señor Jesús, que sanaste al enfermo que llevaba treinta y ocho años de su enfermedad, junto a la piscina de las ovejas, diciéndole: "Levántate, toma tu camilla y anda" y anduvo.
Sánalo, Señor.

Señor Jesús, que delante del hijo muerto de la viuda de Naím, enternecido, dijiste a la madre: "No llores"; y tocando el féretro, añadiste: "Joven, a ti te digo, levántate"; entregándolo luego vivo a su madre. Sánalo, Señor.

Señor Jesús, que dijisteis: "Bienaventurados los que lloran porque ellos serán consolados". Sánalo, Señor.

Señor Jesús, que dijisteis: "En verdad, en verdad te digo, que todo cuanto pidieras al Padre, en mi Nombre, os lo dará". Sánalo, Señor.

Omnipotente y sempiterno Dios, eterna salud de los que creen, escúchanos en bien de tus siervos enfermos, por quienes imploramos el auxilio de tu Misericordia; a fin de que recobrada la salud, te den en tu Iglesia ferviente acción de gracias. Por Cristo Nuestro Señor. Así sea.




ORACION DE SANACIÓN A TRAVÉS DE LA MENTE

Señor Jesús tú eres la Palabra viva y eficaz, yo abro mi corazón, mi mente y mi cuerpo solo a ti, Señor, y cierro mi corazón, mi mente, mi cuerpo a todo aquello que no sea de ti, en sentimientos, pensamientos y acciones; solamente a ti te rindo tributo, y te proclamo mi Rey y mi Señor.

Por eso, Señor, te pido que borres desde lo más profundo de mi ser todo odio, rencor, resentimiento; yo perdono a los que me han causado este mal, los perdono para siempre, Señor, y los pongo a los pies de tu santa cruz; y toda fuerza indigna y espíritu inmundo los expulse de mi corazón, de mi mente, de mi cuerpo y los mando ahora mismo a los pies de tu cruz., para que tú dispongas de todo eso y no llegue a perturbar tu paz en mi corazón, tu paz en mi ser, en mi familia, en mis hijos, en mis nietos, hermanos, en todos los que tú me has encomendado.
Señor, basta que tu digas una sola palabra, y este siervo tuyo quede sano, y estos siervos tuyos queden sanos.

Señor, tú eres mi Señor y mi Salvador, en toda mi vida, en toda mi memoria, Señor, consciente y subconsciente. En mis sentidos internos y externos, y todo sea para tu gloria, y que quede solo una Palabra impresa en mi corazón, en mi mente, que me inunde completamente, y es tu nombre JESÚS, JESÚS, JESÚS (SE REPITE) varias veces y ora un poco en lenguas y sigue murmurando el nombre de Jesús, en lenguas, y te alabo y te bendigo Señor, gloria a ti….
Mi gloria es hacer tu voluntad Señor, aquí estoy Señor.

Jesús, Jesús tú eres mi Señor, tú eres mi Mesías, tú eres mi maestro, tú eres mi camino, tu eres mi única verdad, tú eres mi vida, en ti lo tengo todo, sin ti no tengo nada, todo lo puedo en ti, sin ti nada puedo Señor.

Señor, nos postramos delante de ti, como este hombre llamado Jairo, como esta mujer que padecía ese flujo de sangre durante 12 años. Creemos en ti Señor pero aumenta nuestra fe, y en obediencia a tu señorío, yo perdono desde lo más profundo de mi ser, consciente y subconsciente en mi memoria, en lo mas profundo en donde se guardan esas heridas, esos recuerdos de los que me han lastimado Señor, yo lo perdono, y te invito a que entres a lo mas profundo de mi ser, y trasfórmame y renuévame.

Señor, humillado y postrado delante de ti, te consagro todo mi ser, cuerpo, alma y espíritu, todo, todo Señor, para que encuentre paz en mi alma.
Y ahora Jesús en sintonía perfecta con tu divina voluntad, tú me pides Señor que cambie de conducta y de vida.

Señor, yo me levantaré para darte gloria a ti. Y así postrado levanto mi ánimo. Levanto, Señor, esta gracia que tú me has dado, para ordenarle a mi subconsciente, a este don maravilloso de mi memoria, de mi mente, lo que tú me has dado, Señor. Porque tú me has dado, Señor, en este corazón y en esta mente el poder para transformar la creación y darte gloria.

Por esto ordeno a mi cerebro en tu nombre que al ser liberada mi alma y mi corazón, ahora reciba tu bendición y la salud.
Yo he decidido recibir la salud, recibir tu vida, Señor.
Por eso, Señor, cada célula de mi cerebro, cada área, cada hormona, cada elemento químico, esté en sintonía perfecta con tu divina voluntad, para poder recibir tu vida y tu fuerza.
Espíritu santo, tu moras en mí, tú moras en mí, tú estás en mí, me someto a tu voluntad, a tu divina autoridad, y me dejo conducir y guiar por ti, Espíritu de Dios, rhua de Dios.

Que sienta, Jesús, los mismos efectos que la mujer hemorroisa, que sintió en su cuerpo esta fuerza sanadora de Jesús, y Jesús sintió una fuerza sanadora que salía de Él. Y solamente tocó tu manto, Señor.

Y tú estás aquí, Señor, y estás en mí, que brote de ti esta salud que he venido a pedirte. Pero ahora que he recibido todo esto, Señor, es para darte gloria a ti en el servicio de mis hermanos, siendo un instrumento de vida para ellos, y darte de comer en ellos, y vestirte en ellos, y darte de comer y beber en ellos, y enseñarte en ellos, Señor. Que las obras de misericordia sean mi motivo de ser y mi vida.

Papá Dios, gracias, Gracias por tener misericordia, gracias por enviarme a tu Hijo en su cuerpo, sangre, alma y divinidad.
Padre eterno yo te ofrezco el cuerpo, la sangre y la divinidad de tu amadísimo Hijo, Nuestro Señor Jesucristo en expiación de mis pecados y del mundo entero. (Hacer repetir 3 veces).

(Sigue con una canción de entrega muy suave)

Y así como estamos postrados vamos a decir por primera vez en Jesucristo, por el Espíritu Santo, esta frase siempre abba, abba, Abba, Padre (hace repetir varias veces) y la prueba de que somos Hijos de Dios, es que hemos recibido el Espíritu Santo, que nos hará exclamar Abba Padre. (La gente va cantando en lenguas).

Hemos recibido el Espíritu Santo y todo nuestro corazón y toda nuestra mente se une a la creación entera, a todos los santos en el cielo y a todos los ángeles y a nuestra Madre santísima, y podemos decir Yhesua, (cantamos Jesús, Jesús, ………, y podemos decir rhua, rhua,,,,,,,,cantamos rhua.

Pon la mano en tu corazón, y disfruta de este momento de cielo, de gloria, pon tus manos en tu corazón y ofrécele todo tu ser, yo en ti y tú en mí, tú en mí alianza eterna; te acepto oh mi Dios y soy templo vivo de tu amor, oh Santísima Trinidad, por tu gloria….

Se canta suavemente “Espíritu de Dios llena mi vida, llena mi alma…”

Cierra tus ojos y levanta tus manos hacia el cielo, tu cuerpo alaba al Señor, tu cuerpo es templo vivo (sigue cantando en lenguas, muy despacio).

Transfórmame, lléname, consuélame, Dios de amor (con la mano en el corazón). (Seguir cantando con la mano en el corazón).

Y hay una persona hermosísima que es la criatura más hermosa y es la Señora porque supo abajarse a nivel del suelo y supo decir “he aquí la esclava del Señor hágase en mí según tu Voluntad”.
María, madre de Dios y madre nuestra, enséñame a alabarle como tú le alabas, a adorarle como tú le adoras, a amarle como tú le amas, porque tú eres la Reina de los Ángeles, la reina de los predicadores, la reina de los mártires, la reina de los santos. Oh Maria, madre mía.

(Termina cantando “Mi alma Alaba al Señor…” Y se termina en lenguas.)

Cristo hizo suya nuestras debilidades y cargó con nuestros dolores, y con nuestros pecados, y los clavó en la cruz y murió por nosotros, para darnos vida y vida en abundancia.
Vamos a darle gracias por hacer suyos todos los pecados que yo cometí. Gracias por clavarlos en la cruz. Gracias por pagar por ellos. Gracias por resucitar, gracias porque en ti recibo nueva vida. Gracias Jesús. Gracias Papá Dios, Gracias Espíritu Santo, gracias santísima Virgen María.

Señor, tú dijiste. No temas, basta que tengas fe. Hija, tu fe te ha curada, vete en paz, y quedó sanado de sus enfermedades.

Hijo, tu fe te ha curado, vete en paz, quedes sano de tus enfermedades. Kalita kum, kalita kum. Gracias, gracias, bendito seas.

Con solamente tocarle el vestido, se le secó la fuente de su hemorragia y sintió en su cuerpo que estaba curada, inmediatamente, no mañana, y lo reconoce como Señor, es cuando se seca la fuente de su hemorragia, entonces hacemos conciencia de estas palabras

Pongan las manos en sus cerebros, en su memoria y diga: “y sintió en su cuerpo que estaba curada, y siento en mi cuerpo que estoy sano.” Bendito seas Señor
Y estoy sano en mi corazón porque me has perdonado.
Y estoy sano en mi memoria porque has quitado de mí todo aquello que me impedía recibir tu gracia, y en mi cuerpo Señor porque has hecho tuyos todos mis dolores, todos las enfermedades, porque no son de ti.. Bendito seas, Señor.

Cristo venció. Nosotros hemos vencido. Cristo hizo suyas todas nuestras debilidades y cargó con nuestros dolores. Aleluya. Amén.




ORACIÓN DE QUIÉN SE SIENTE QUE ESTÁ ENVEJECIENDO

Señor, Tú sabes, mejor que yo, que estoy cada vez más viejo y que un día seré viejo. Cuídame para que no me torne locuaz, y particularmente del hábito de pensar que debo decir siempre alguna cosa sobre cualquier asunto, en cualquier ocasión. Líbrame del deseo de querer solucionar los problemas de los otros. Cuida mi mente de la descripción de detalles interminables.

Dame alas para llegar al asunto del tema. Pido gracia suficiente para oír los lamentos de los sufrimientos de los demás. Ayúdame a soportarlas con paciencia. Pero cierra mis labios para mis propios sufrimientos y dolores.

Estos están aumentando y mi agrado por enumerarlos se está tornando más dulce con el decorrer de los años.

No pido una buena memoria, pero sí una humildad creciente y menos presunción, cuando mi memoria empiece a chocarse con la memoria de los demás.

Enséñame la gloriosa lección de la que tal vez yo está equivocado y es posible que lo esté.

Mantenme razonablemente “dulce”; no quiero ser un santo, ¡es muy difícil convivir con algunos santos, pero un viejo amargo es una de las obras primas del demonio.

Hazme pensativo, pero no cascarrabias; prestativo, pero no tirano.

Con “mi vasta reserva de sabiduría” parece pena no usarla toda; pero Tú sabes, Señor, que yo quiero tener algunos amigos en el fin. Amén





11.- ORACIÓN SANADORA DEL SEÑORIO DE JESÚS

-Éste es el Señor.
-Señor de señores, Rey de reyes.
-El nombre sobre todo nombre.
-A quien se le debe todo el honor, la honra y la alabanza.
-Ante quien se rinde toda la creación, la tierra, los cielos , los abismos y toda criatura viviente.

-Ante quien todos los reyes rinden sus coronas,
-porque es él el Señor de los cielos y de los infiernos.
-El Señor de la vida y de la muerte.
-Porque es el Señor de mi vida.
-Es el Señor de mi familia.
-Porque es mi señor.

Pero míranos, Señor, mira nuestras miserias, nuestros pecados, nuestras enfermedades.

Te pedimos, Señor, que en este momento pongas tu mirada sanadora sobre cada uno de nosotros, sobre cada una de las áreas de nuestra vida en donde por no estar tú como Señor, se han apoderado otros señores y han lastimado nuestro corazón, nuestra alma, nuestro espíritu y todo nuestro ser, y hoy arrastramos las consecuencias.

Mira. Señor, nuestras enfermedades físicas, sus raíces, y ve sanando con la fuerza de tu presencia eucarística y la de tus santas llagas y preciosísima sangre.

Dadnos la paz de tu señorío en nuestra vida, Señor.

Gracias por tus favores, por todo, Señor.




ORACIÓN DEL BAÑO DE LUZ.

ANTE TODO NECESITAMOS LA LUZ DEL ESPÍRITU SANTO PARA QUE VENGA A ILUMINAR CON SU LUZ DIVINA Y SANADORA, Y LO HAREMOS CON LA SECUENCIA DEL ESPÍRITU SANTO. (leerla)

CERREMOS LOS OJOS EN ESTE MOMENTO, ORANDO UDS POR MÍ Y YO POR UDS. (un momento de silencio)

TE DAMOS GRACIAS SEÑOR, PORQUE SABEMOS SERÍA Y CONFIADAMENTE QUE TÚ ESTÁS EN MEDIO DE NOSOTROS, PORQUE TÚ LO PROMETISTE, DONDE HAYA 2 Ó MAS REUNIDOS EN MI NOMBRE, YO ESTOY EN MEDIO DE ELLOS.

TE PEDIMOS SEÑOR QUE TU ESPÍRITU SANTO VENGA A CALMAR NUESTRO ESPÍRITU, PORQUE NADA NI NADIE NOS DEBE PERTURBAR.

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HERMANOS, PENSEMOS QUE A PARTIR DE ESTE MOMENTO, EL SILENCIO DEBE SER TOTAL, PORQUE EL DIÁLOGO SOLAMENTE SERÁ ENTRE TÚ Y JESÚS, NADIE MÁS DEBE ENTRAR EN ESCENA.

IMAGINEMOS A JESÚS, ENTRANDO A LA COMUNIDAD, COMO SE LES APARECIÓ A LOS APÓSTOLES. TRATEMOS DE VERLO EN LA IMAGINACIÓN, CON UNA TÚNICA BLANCA, CABELLO NEGRO, UN ROSTRO SERENO, PERO SIN NADA DE RAYOS O LUCES ALREDEDOR, UN JESÚS HUMANO PERO RESUCITADO.. O COMO UN MUCHACHO DE NUESTRO TIEMPO CON UN PANTALÓN VAQUERO, UNA CAMISA AZUL, UN PELO CORTO, JOVEN Y SONRIENTE.
ÉL ESTÁ ENTRANDO A LA COMUNIDAD Y SE SIENTA NUESTRO LADO, MIRÁNDONOS CON MUCHO CARIÑO.

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GRACIAS JESÚS, POR ESTAR TRAYENDO A MI MENTE CON TU PRESENCIA, EL MOMENTO QUE ME CONCIBIERON MIS PADRES…………..POR EL MOMENTO DE MI NACIMIENTO……………POR LA ETAPA DE MI CRECIMIENTO……..POR LA ÉPOCA DE MI EDUCACIÓN…….POR LA VIDA DE ADULTO….POR TODO SEÑOR, GRACIAS, GRACIAS, GRACIAS, PORQUE TU PRESENCIA ES SANADORA.

REPETIR PORQUE TU PRESENCIA SEÑOR, ES SANADORA.

-PUEDE REMONTARTE A TU INFANCIA, Al ABANDONO DE TUS PADRES
A ESAS MUERTES FAMILIARES QUE TE AFECTARON TANTO, A LOS ABUSOS, ACCIDENTES, FRACASOS LABORALES, O FRACASOS SENTIMENTALES.

JESÚS TE ESTÁ MOSTRANDO ESE MOMENTO, PERO ÉL ESTÁ EN ESE PRECISO INSTANTE, VÍVELO. Y TE TOMA EN SUS BRAZOS, TE BESA, ÉL ESTÁ TOMANDO TODA TU TRISTEZA Y AMARGURA. (SILENCIO)

LA PRESENCIA DE JESÚS ES SANADORA. LA PRESENCIA DE JESÚS SANA.

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SEÑOR, MUCHOS DE NOSOTROS ESTAMOS ENFERMOS. MUCHOS DE NOSOTROS EL RECORDAR EL PASADO NOS LLENA DE TRISTEZA DE TEMOR, DE MIEDOS, Y NO DECIR DE LOS REMORDIMIENTOS QUE NOS ATENAZAN, POR ESO SEÑOR JESÚS, HAZTE PRESENTE PARA QUE PODAMOS VERTE A TRAVÉS DE NUESTRA GINACIÓN.

ESE MOMENTO EN QUE COMENZÓ ESTA ENFERMEDAD QUE ME AQUEJA, Y QUE ME CAUSA TANTO SUFRIMIENTO.
TE PIDO SEÑOR QUE ILUMINES EL TIEMPO DE SU COMIENZO, Y EL ACONTECIMIENTO QUE PUDO PRODUCIRLA

JESÚS VA ILUMINANDO Y MOSTRANDO LO QUE SUCEDIÓ.
Y ESE MOMENTO LO ESTÁS VIVIENDO CON JESÚS. SU PRESENCIA ES SANADORA. MIRA A JESÚS Y SIENTE SU SANACIÓN. ESCÚCHALO. (Silencio)

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-ERRORES COMETEMOS TODOS EN LA VIDA, PERO SIEMPRE HAY UNO QUE ES EL MÁS IMPORTANTE Y DOLOROSO, EL QUE SIEMPRE NOS ACOMPAÑA ANGUSTIÁNDONOS.
SEÑOR JESÚS, DAME TU LUZ PARA QUE PUEDA VER ESE MOMENTO, PERO ACOMPAÑADO PÒR TI..(SILENCIO).

JESÚS NO VIENE A CULPARNOS, NO ES EL MOMENTO DE QUEJARNOS. DE DECIR POR QUÉ LO HABRÉ HECHO.
-NO ES EL MOMENTO DE DECIR POR QUÉ DIJE TAL COSA. O POR QUÉ NO ME CALLÉ.
NO ES EL MOMENTO DE DECIR POR QUÉ ME CASÉ, POR QUÉ NO LO HICE DE OTRA MANERA. NO. JESÚS NO TE CULPABILIZA NI…

AHORA, ESTÁ AHÍ, MIRÁNDOTE, PRESÉNTASELO A ÉL, NO TE CULPES. PÍDELE QUE ELSEÑOR TE SANE DE ESA AMARGURA Y ESA TRISTEZA QUE ESTÁ EN EL FONDO DE TU CORAZÓN. ESTÁ AHÍ, DÁSELA TE LA ESTÁ PIDIENDO, ABRE SUS BRAZOS Y TE ESPERA. SIÉNTELO. (SILENCIO)

LA PRESENCIA DEL SEÑOR ES SANADORA .LA PRESENCIA DE JESÚS ES SANADORA. GRACIAS JESÚS

DILE SÍ SEÑOR, YO LO HICE, YO LO DIJE. HAZME VER LAS CONSECUENCIAS, QUE TANTO ME REMUERDEN PERO CONTIGO SEÑOR. EL SEÑOR ESTÁ AHÍ, TE ESCUCHA, TE HABLA, TE SANA. (SILENCIO)

LA PRESENCIA DEL SEÑOR ES SANADORA. GRACIAS SEÑOR.

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AHORA VAMOS A MIRAR CON LA IMAGINACIÓN, A LAS PERSONAS MUERTAS: PUEDEN SER NUESTROS PADRES, HERMANOS, PARIENTES, AMIGOS, ETC.
-EL SEÑOR ESTÁ AHÍ EN EL DOLOR, EN LA TRISTEZA, EN LA AMARGURA, EN ESE INSTANTE, MÍRALE.
DILE, JESÚS TE LO ENTREGO, TE LO DOY, LLÉVATE ESE RECUERDO DOLOROSO.

MÍRALO CON LA IMAGINACIÓN, COMO JESÚS LO ESTÁ CUBRIENDO CON SU LUZ, Y TU CORAZÓN SE LLENA DE PAZ Y TRANQUILIDAD.
(SILENCIO)
TU PRESENCIA SEÑOR, ES SANADORA .GRACIAS.

***************

SEÑOR, TRAE A MIIMAGINACIÓN A LA PERSSONA CON QUE TUVE MAYORES DIFICULTADES, LA QUE MÁS AMARGURA ME CAUSÓ. AQUELLA QUE TE CAUSÓ TANTO DAÑO, Y QUE EN EL FONDO DE TU CORAZÓN NO PUEDES PERDONAR.
A ESA PERSONA QUE CON SOLO TRAERLA A LA MENTE, TE CAUSA MORTIFICACIÓN, FASTIDIO, MOLESTIA, DOLOR, RABIA, RECHAZO O TAL VEZ ODIO.(SILENCIO).

SI SEÑOR, VEO A ESA PERSONA, PERO NO ESTÁ SOLA, ESTÁ CONTIGO, PORQUE TÚ LA AMAS, Y TU AMOR ES SANADOR, PORQUE TU PRESENCIA ES SANADORA. GRACIAS SEÑOR.

AHORA, TRAIGAMOS A LA IMAGINACIÓN A LA PERSONA, QUE SI BIEN NO LE ODIAS, PERO EL PENSAR EN ELLA TE FASTIDIA, TE MOLESTA, TE PONE DE MAL HUMOR.

ESA PERSONA QUE FUE TU AMIGO, QUE PASASTE BUENOS MOMENTOS CON ELLA. QUE COMPARTISTE MUCHAS COSAS, EN LA QUE TE SENTISTES BIEN, QUE TE LLENÓ DE ALEGRÍA.
TAL VEZ SEA UN PARIENTE, UN HIJO, LA NUERA, HERMANOS, TIOS, ESA PERSONA QUE UN DÍA ESTUVO MUY CERCANA A TI Y QUE AHORA NO QUISIERAS ENCONTRARTE CON ELLA. (SILENCIO)

GRACIAS SEÑOR, POR HABERLA TRAÍDO A MI MENTE, PERO JUNTO A TI, Y TÚ TE ACERCAS, LA ABRAZAS, Y ESA IMAGEN ME LLENA EL CORAZÓN DE TERNURA, PORQUE TU PRESENCIA ES SANADORA. GRACIAS SEÑOR.

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Y SI NO ME HAS MOSTRADO NADA SEÑOR, SEGUIRÉ ORANDO, SEGUIRÉ PIDIÉNDOTE TU LUZ, HASTA QUE ME VEA COMPLETANMENTE LIBRE DE ESTA TRISTEZA, DE ESTA DEPRESIÓN, PORQUE AHORA SÉ QUE TU PRESENCIA ES SANADORA.

PORQUE SI ESTÁS EN MI MENTE, SI ESTÁS CONMIGO, NADA NEGATIVO PUEDE ENTRAR EN MI VIDA, NI MIS RECUERDO PUEDEN SER DOLOROSOS CONTIGO.

GRACIAS, SEÑOR, POR AMARME. 
ORACION POR LOS ENFERMOS.
(P. Emiliano Tardif)


Únete con fe a esta oración depositando tu vida entera en las manos de Jesús.
Señor Jesús,
creemos que estás vivo y resucitado.
Creemos que estás realmente presente
en el Santísimo Sacramento del altar
y en cada uno de nosotros.
Te alabamos y te adoramos,
por venir hasta nosotros
como pan vivo bajado del cielo.
Tú eres la plenitud de la vida.
Tú eres la resurrección y la vida.
Tú eres, Señor, la salud de los enfermos.
Hoy queremos presentarte a todos los enfermos,
porque para Ti no hay distancia
ni en el tiempo ni en el espacio.
Tú eres el eterno presente y Tú los conoces.
Ahora, Señor, te pedimos
que tengas compasión de ellos,
para que todos reconozcan que Tú estás vivo
en tu Iglesia hoy;
y que se renueve su fe y su confianza en Ti;
te lo suplicamos, Jesús.
Ten compasión de los que sufren en su cuerpo,
de los que sufren en su corazón
y de los que sufren en su alma
que están orando y oyendo los testimonios
de lo que Tú estás haciendo
por tu Espíritu renovador
en el mundo entero.
Ten compasión de ellos, Señor.
Desde ahora te lo pedimos.
Bendícelos a todos
y haz que muchos vuelvan a encontrar la salud,
que su fe crezca
y se vayan abriendo a las maravillas de tu amor,
para que también ellos sean testigos
de tu poder y de tu compasión.
Te lo pedimos, Jesús,
por el poder de tus santas llagas,
por tu santa cruz y por tu preciosa sangre.
Sánalos, Señor.
Sánalos en su cuerpo,
sánalos en su corazón,
sánalos en su alma.
Dales vida y vida en abundancia.
Te lo pedimos por intercesión
de María Santísima, tu madre,
la Virgen de los Dolores,
quien estaba presente, de pie, cerca de la cruz.
La que fue la primera en contemplar
tus santas llagas
y que nos diste por madre.
Tú nos has revelado
que ya has tomado sobre Ti
todas nuestras dolencias
y por tus santas llagas hemos sido curados.
Hoy, Señor,
te presentamos en fe a todos los enfermos
que nos han pedido oración
y te pedimos que los alivies en su enfermedad
y que les dés la salud.
Te pedimos por la gloria del Padre del cielo,
que sanes a los enfermos
que van a leer esta oración.
Haz que crezcan en la fe,
en la esperanza,
y que reciban la salud para gloria de tu Nombre.
Para que tu Reino siga extendiéndose más y más
en los corazones,
a través de los signos y prodigios de tu amor.
Todo esto te lo pedimos Jesús,
porque Tú eres Jesús,
Tú eres el Buen Pastor y todos somos ovejas
de tu rebaño.
Estamos tan seguros de tu amor,
que aún antes de conocer el resultado
de nuestra oración en fe, te decimos:
gracias Jesús por lo que Tú vas a hacer
en cada uno de ellos.
Gracias por los enfermos
que Tú estás sanando ahora,
que Tú estás visitando con tu misericordia.
Gracias, Jesús,
por lo que Tú vas a hacer.
Lo depositamos en tus manos desde hoy
y te pedimos que lo sumerjas en tus santas llagas.
Que lo cubras con tu sangre divina,
y que a través de este mensaje
tu corazón de Buen Pastor hable a los corazones
de tantos enfermos que van a leerlo.
¡Gloria y alabanza a Ti, Señor!


ORACION DE SANACIÓN DE RECUERDOS.
(P. Emiliano Tardif)


Como todos estamos enfermos por heridas en nuestro pasado, a continuación hacemos una oración de curación interior para que el Señor sane el corazón de los que reconozcan necesitarlo.
Padre de bondad, Padre de amor,
te bendigo, te alabo y te doy gracias
porque por amor nos diste a Jesús.
Gracias Padre porque a la luz de tu Espíritu
comprendemos que él es la luz,
la verdad
y el buen pastor,
que ha venido para que tengamos vida
y la tengamos en abundancia.
Hoy, Padre, quiero presentarte a este hijo(a).
Tú lo(a) conoces por su nombre.
Te lo(a) presento, Señor,
para que Tú pongas tus ojos de Padre amoroso en su vida.
Tú conoces su corazón y conoces las heridas
de su historia.
Tú conoces todo lo que él ha querido hacer
y no ha hecho.
Conoces también lo que hizo o le hicieron
lastimándolo.
Tú conoces sus limitaciones, errores y su pecado.
Conoces los traumas y complejos de su vida.
Hoy, Padre,
te pedimos que por el amor que le tienes
a tu Hijo, Jesucristo,
derrames tu Santo Espíritu sobre este hermano(a)
para que el calor de tu amor sanador,
penetre en lo más íntimo de su corazón.
Tú que Sanas los corazones destrozados
y vendas las heridas
sana a este hermano, Padre.
Entra en ese corazón, Señor Jesús,
como entraste en aquella casa
donde estaban tus discípulos llenos de miedo.
Tú te apareciste en medio de ellos y les dijiste:
"paz a vosotros".
Entra en este corazón y dale tu paz.
Llénalo de amor.
Sabemos que el amor echa fuera el temor.
Pasa por su vida y sana su corazón.
Sabemos, Señor,
que Tú lo haces siempre que te lo pedimos,
y te lo estamos pidiendo con María,
nuestra madre,
la que estaba en las bodas de Caná
cuando no había vino
y Tú respondiste a su deseo,
transformando el agua en vino.
Cambia su corazón y dale un corazón generoso,
un corazón afable, un corazón bondadoso,
dale un corazón nuevo.
Haz brotar, Señor, en este hermano(a)
los frutos de tu presencia.
Dale el fruto de tu Espíritu que es el amor,
la paz y la alegría.
Haz que venga sobre él
el Espíritu de las bienaventuranzas,
para que él pueda saborear y buscar a Dios
cada día viviendo sin complejos
ni traumas junto a su esposo(a),
junto a su familia, junto a sus hermanos.
Te doy gracias, Padre,
por lo que estás haciendo hoy en su vida.
Te damos gracias de todo corazón
porque Tú nos sanas,
porque tu nos liberas,
porque Tú rompes las cadenas
y nos das la libertad.
Gracias, Señor, porque somos templos de tu Espíritu
y ese templo no se puede destruir
porque es la Casa de Dios.
Te damos gracias, Señor, por la fe.
Gracias por el amor
que has puesto en nuestros corazones.
iQué grande eres Señor!
Bendito y alabado seas, Señor.

ORACIÓN DE PERDÓN

(P. Roberto De Grandis)

Señor Jesucristo, hoy te pido la gracia de poder perdonar a todos los que me han ofendido en mi vida. Sé que Tú me darás la fuerza para perdonar. Te doy gracias porque Tú me amas y deseas mi felicidad más que yo mismo.

"Señor Jesucristo, hoy quiero perdonarme por todos mis pecados, faltas y todo lo que es malo en mí y todo lo que pienso que es malo. Señor, me perdono por cualquier intromisión en ocultismo, usando tablas de uija, horóscopos, sesiones, adivinos, amuletos, tomado tu nombre en vano, no adorándote; por herir a mis padres, emborracharme, usando droga, por pecados contra la pureza, por adulterio, aborto, robar, mentir. Me perdono de verdad.

"Señor, quiero que me sanes de cualquier ira, amargura y resentimiento hacia Ti, por las veces que sentí que Tú mandaste la muerte a mi familia, enfermedad, dolor de corazón, dificultades financieras o lo que yo pensé que eran castigos. ¡Perdóname, Jesús, Sáname!

"Señor, perdono a mi madre por las veces que me hirió, se resintió conmigo, estuvo furiosa conmigo, me castigó, prefirió a mis hermanos y hermanas a mí, me dijo que era tonto, feo, estúpido o que le había costado mucho dinero a la familia, o cuando me dijo que no era deseado, que fui un accidente, una equivocación o no era lo que quería.

"Perdono a mi padre por cualquier falta de apoyo, falta de amor, o de afecto, falta de atención, de tiempo, o de compañía, por beber, por mal comportamiento, especialmente con mi madre y los otros hijos, por sus castigos severos, por desertar, por estar lejos de casa, por divorciarse de mi madre, por no serle fiel.

"Señor, perdono a mis hermanos y hermanas que me rechazaron, dijeron mentiras de mí, me odiaron, estaban resentidos contra mí, competían conmigo por el amor de mis padres; me hirieron físicamente o me hicieron la vida desagradable de algún modo. Les perdono, Señor.

Señor, perdono a mi cónyuge por su falta de amor, de afecto, de consideración, de apoyo, por su falta de comunicación, por tensión, faltas, dolores o aquellos otros actos o palabras que me han herido o perturbado.

"Señor, perdono a mis hijos por su falta de respeto, obediencia, falta de amor, de atención, de apoyo, de comprensión, por sus malos hábitos, por cualquier mala acción que me puede perturbar.

"Señor, perdono a mi abuela, abuelo, tíos, tías y primos, que hayan interferido en la familia y hayan causado confusión, o que hayan enfrentado a mis padres.

"Señor, perdono a mis parientes políticos, especialmente a mi suegra, mi suegro, perdono a mis cuñados y cuñadas.

"Señor, hoy te pido especialmente la gracia de perdonar a mis yernos y nueras, y otros parientes por matrimonio, que tratan a mis hijos sin amor.

"Jesús, ayúdame a perdonar a mis compañeros de trabajo que son desagradables o me hacen la vida imposible. Por aquellos que me cargan con su trabajo, cotillean de mí, no cooperan conmigo, intentan quitarme el trabajo. Les perdono hoy.

"También necesito perdonar a mis vecinos, Señor. Por el ruido que hacen, por molestar, por no tener sus perros atados y dejar que pasen a mi jardín, por no tener la basura bien recogida y tener el vecindario desordenado; les perdono.
" Ahora perdono a mi párroco y los sacerdotes, a mi congregación y mi iglesia por su falta de apoyo, mezquindad, falta de amistad, malos sermones, por no apoyarme como debieran, por no usarme en un puesto de responsabilidad, por no invitarme a ayudar en puestos mayores y por cualquier otra herida que me hayan hecho; les perdono hoy.

"Señor, perdono a todos los profesionales que me hayan herido en cualquier forma, médicos, enfermeras, abogados, policías, trabajadores de hospitales. Por cualquier cosa que me hicieron; les perdono sinceramente hoy.

"Señor, perdono a mi jefe por no pagarme lo suficiente, por no apreciarme, por no ser amable o razonable conmigo, por estar furioso o no ser dialogante, por no promocionarme, y por no alabarme por mi trabajo.

"Señor, perdono a mis profesores y formadores del pasado así como a los actuales; a los que me castigaron, humillaron, insultaron, me trataron injustamente, se rieron de mí, me llamaron tonto o estúpido, me hicieron quedar castigado después del colegio.

"Señor, perdono a mis amigos que me han decepcionado, han perdido contacto conmigo, no me apoyan, no estaban disponibles cuando necesitaba ayuda, les presté dinero y no me lo devolvieron, me criticaron.

"Señor Jesús, pido especialmente la gracia de perdonar a esa persona que más me ha herido en mi vida. Pido perdonar a mi peor enemigo, la persona que más me cuesta perdonar o la persona que haya dicho que nunca la perdonaría.

"Gracias Jesús, porque me estás liberando del mal de no perdonar y pido perdón a todos aquellos a los que yo también he ofendido. Gracias, Señor, por el amor que llega a través de mí hasta ellos. Amén."

ORACION DE SANACIÓN DE LA PROPIA IMAGEN.

(Del P. Robert de Grandis)

PADRE, en nombre de Jesús, nos dirigimos a Ti para que toques a cada uno de estos hermanos y les des una buena imagen de sí mismos y una verdadera autoestima en Cristo Jesús.

Señor, ellos pueden que se sientan indignos, inapropiados o inferiores; quizás se sientan feos, tímidos, patosos o que no hacen nada bien. A lo mejor les llamaron apodos que no les gustaron, e incluso de adultos pueden sentirse inseguros y no amados. Señor Jesús, llévate sus sentimientos de fracaso, de vergüenza, decepción, culpabilidad o timidez. Te pedimos que los liberes de toda fuerza negativa que les ha mantenido en la esclavitud y les ha apartado de vivir una vida abundante y victoriosa.

Amado Señor, hazles saber cuánto les amas y que ellos son la niña de tus ojos. Nos dirigimos a Ti, para que sepan que Tú has muerto en la cruz, no solo por sus pecados, sino también por sus profundas heridas emocionales y sus recuerdos dolorosos. Te rogamos, Señor, que sanes todo lo herido y roto que haya en ellos. Ayúdales a amarse a sí mismos, a aceptar tu perdón, a perdonarse a sí mismos y perdonar a otros.

Señor Jesús, llena los vacíos de sus vidas. Y dales el amor y la seguridad que pueden no haber recibido. Dales un atrevimiento santo, confianza y nuevas energías para que puedan hacer todas las cosas a través tuyo. Señor, dales una buena imagen de sí mismos. Y que puedan verse como Tú les ves: especiales, dignos y perdonados, para que cada uno de ellos llegue a ser la persona que Tú creaste y quieres que sea. En el precioso nombre de JESÚS. Amén.


 

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