Lo
que una persona debe hacer para ser salva es:
CREER que
Jesús era el Señor que pagó por todos sus pecados
RECIBIR a Cristo como
Salvador personal. Dios otorga la vida eterna solamente a los que la aceptan
únicamente por la fe.
Juan
3:16 nos dice: “Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo
unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida
eterna.” Nótese que no es a los que tratan de obrar y ganarse la vida eterna,
sino a los que creen.
Juan
6:47 dice: “De cierto, de cierto os digo: El que cree en mí TIENE
vida eterna.” Cristo Jesús, quien nunca dijo una mentira, hizo énfasis sobre
esta declaración diciendo: Verdaderamente, ciertamente, el que cree
en Mí posee ahora la vida eterna.
Juan
1:12 declara: “Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre,
les dio potestad de ser hechos hijos de Dios.” La salvación siempre es RECIBIR.
Nosotros no hacemos nada. Nosotros aceptamos lo que Cristo yo ha
hecho por nosotros. Nosotros le RECIBIMOS a EL como nuestro Salvador.
Juan
6:28, 29: “Entonces le dijeron: ¿Qué debemos hacer para poner en práctica las
obras de Dios? Respondió Jesús y les dijo: Esta es la obra de Dios, que creáis
en el que él ha enviado.” Dios y hizo la obra, y EL solamente nos pide que creamos
en Cristo.
Filipenses
3:9: “Y ser hallado en él, no teniendo mi propia justicia, que es por la ley,
sino la que es por la fe de Cristo, la justicia que es de Dios por la fe.”
Al
principio de este capítulo citamos Efesios. 2:8, 9. Ahora lo examinaremos parte
por parte:
“Porque
por gracia”: por la misericordia de Dios que nosotros no merecemos:
“pues
es don de Dios”: la salvación es un regalo. No podemos comprar nuestra aceptación (1 Pedro 1:18, 19). Debemos
aceptar la salvación como un regalo que Dios nos otorga, de lo contrario no
podremos obtenerla;
“no
por obras”: : esto no significa que Cristo Jesús ya hizo bastante y
nosotros debemos ayudarle. “No por obras” significa lo que dice: ¡no por
obras!
“para
que nadie se gloríe”: Dios no quiere que en el cielo haya jactanciosos y,
por tanto, no los habrá (1 Corintios 1:29). Toda la alabanza será para el
Señor Jesucristo.
Gálatas nos dice: “Mas la Escritura lo encerró todo bajo pecado, para que la
promesa que es por la fe en Jesucristo fuese dada a los creyentes.” Cada uno es
pecador, mas Dios promete salvar a los que creen en Jesucristo y confían en EL.
“Pero antes que viniese la fe, estábamos confinados bajo la ley, encerrados
para aquella fe que iba a ser revelada.” Antes de confiar en Cristo pensábamos
que la salvación era mediante el cumplimiento de la ley, pero.
“De manera que la ley ha sido nuestro ayo, para llevarnos a Cristo, a fin de
que fuésemos justificados por la fe.” La ley nos demostró cuánto nos faltaba
para alcanzar la marca de perfección, por tanto, vimos nuestra necesidad de
tener a Cristo como Salvador.
“Pero venida la fe, ya no estamos bajo ayo.” Cuando confiamos en Cristo por
la fe, la ley había cumplido su propósito. La ley queda suprimida en lo que
respecta a los Creyentes (ver 11 Corintios 3: 6-11).
“Pues todos sois hijos de Dios por la fe en Cristo Jesús.” Uno se convierte
en un hijo de Dios por medio de la fe en Cristo, y EL se hace cargo de
nosotros.
Romanos
5:1 declara: “Justificados, pues, por la fe, tenemos paz para con Dios por
medio de nuestro Señor Jesucristo.” Puesto que hemos confiado en Cristo, Dios
nos ve justificados—”tal como si nunca hubiésemos pecado.” Dios ve la justicia
de Cristo en vez de mirar nuestros pecados. Por consiguiente, tenemos paz con
Dios. Cristo reconcilió a Dios con el creyente (ver Romanos 5:8-11).
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