lunes, 17 de marzo de 2014

Pero no vamos solos. Caminamos con los otros, y Cristo también se hace compañero de camino.

La vida es un camino


La vida es un camino.
Desde que nacemos es preciso partir.
Hay que ir dejando atrás muchas cosas: infancia, familia, hogar, ...
salir del presente y orientarse hacia el futuro .. y caminar  ..

No podemos pararnos porque la vida sigue.
Lo importante es no dejar la propia ruta y no salirse del camino,
aunque a veces resulta difícil y cuesta arriba.
Pero no vamos solos.
Caminamos con los otros,
y Cristo también se hace compañero de camino.
Y el camino tiene una meta.

La vida tiene un sentido.
Al final del camino cenaremos juntos. Y se hará luz.
Entonces Percibiremos que el corazón ardía mientras hacíamos el camino.

Y nos vendrán las ganas de reemprender el camino,
de volver al encuentro de los que quedaron atrás.
Porque los otros también esperan que vayamos a decirles:
“Hemos visto al Señor".


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