viernes, 13 de junio de 2014

Cómo ser un buen padre, principios bíblicos. Amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma y con todas tus fuerzas. Graba en tu corazón estas palabras que yo te dicto hoy. Incúlcalas a tus hijos, y háblales de ellas cuando estés en tu casa y cuando vayas de viaje, al acostarte y al levantarte



1. Saque tiempo para su familia
Escucha, Israel: el Señor, nuestro Dios, es el único Señor. 
Amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma y con todas tus fuerzas. 
Graba en tu corazón estas palabras que yo te dicto hoy. 
Incúlcalas a tus hijos, y háblales de ellas cuando estés en tu casa y cuando vayas de viaje, al acostarte y al levantarte. Deuteronomio 6, 4-7
En tiempos bíblicos, los hombres participaban activamente en la educación de sus hijos. Dios los animaba a dedicarles tiempo con regularidad, como lo demuestra el pasaje de Deuteronomio
2. Los buenos padres saben comunicarse
Escuche con calma y no critique
Saber comunicarse con los hijos implica saber escucharlos y aprender a no reaccionar de manera exagerada ante lo que dicen.
Si sus hijos temen que usted pierda los estribos y los critique con severidad, no se sentirán con la libertad de expresar lo que piensan y lo que sienten. Pero si los escucha calmado, les demostrará que se interesa de corazón por ellos y será más probable que se abran con usted.
Los sabios y prácticos consejos de la Biblia han demostrado ser útiles en diversos campos de la vida diaria. Por ejemplo, Santiago 1, 19 dice: “Todo hombre tiene que ser presto en cuanto a oír, lento en cuanto a hablar, lento en cuanto a ira”. Cuando los padres aplican este principio, la comunicación con sus hijos mejora.
 3. Discipline a sus hijos con amor y elógielos
Cuando discipline a sus hijos debe hacerlo porque los ama y quiere que les vaya bien en la vida, no porque se siente decepcionado o enfadado. Disciplinar abarca aconsejar, corregir, educar y castigar cuando sea necesario.
Ahora bien, la disciplina surte un mejor efecto cuando el padre tiene la costumbre de elogiar a sus hijos. Un antiguo proverbio dice que “las palabras dichas a su tiempo” son como “manzanas de oro con adornos de plata” Provervios 25, 11. Los elogios enriquecen el carácter del niño, pues hacen que se sienta reconocido y valorado. Si busca oportunidades para elogiar a sus hijos, los ayudará a elevar su autoestima y les dará un incentivo para que no dejen de hacer lo que es correcto.
Principio bíblico: “Padres, no estén exasperando a sus hijos, para que ellos no se descorazonen” Colosenses 3,21 

4. Ame y respete a su esposa
La forma de tratar un hombre a su esposa tendrá un gran impacto en sus hijos. En un libro sobre desarrollo infantil, varios expertos comentan: “Una de las mejores cosas que un padre puede hacer por sus hijos es respetar a su esposa. [...] Los padres que se respetan y lo demuestran ante sus hijos les brindan un buen ambiente donde crecer” (The Importance of Fathers in the Healthy Development of Children). 
“Esposos, continúen amando a sus esposas [...;] que cada uno de ustedes individualmente ame a su esposa tal como se ama a sí mismo” Efesios 5, 25-33.
 5. Enséñeles con el ejemplo a amar a Dios
Los padres que aman sinceramente a Dios pueden dejar a sus hijos un preciosísimo legado: una relación íntima con su Padre celestial.
Tras décadas de duro trabajo y sacrificios para criar a sus  hijos, un padre recibió la siguiente nota de una de sus hijas:
Querido papá: Solo quiero darte las gracias por haberme enseñado desde niña a amar a Dios, al prójimo y a mí misma, es decir, a ser una persona completa. Me demostraste tu amor a Dios y por mí. Gracias por haber puesto a Dios en primer lugar en tu vida y por habernos tratado como regalos de Dios”.
Ser padre va más allá de los cinco puntos aquí tratados y que por más que uno se esfuerce es imposible ser un padre perfecto. No obstante, si aplica estos principios con amor y equilibrio, seguro que podrá ser un buen padre. *

Un buen padre nunca está demasiado ocupado.

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