viernes, 2 de octubre de 2015

DEVOCIÓN AL SANTO ANGEL DE LA GUARDA (San Juan Berchmans)


Ángel Santo por Dios querido, que por disposición divina me tomaste bajo tu santa guarda, desde el primer momento de mi ser, y nunca has cesado de defenderme: ilumíname y rígeme; yo te venero como a patrono, te amo como guarda; me someto a tu dirección y me doy todo a ti, para ser gobernado por ti gobernado.
Por amor a Jesucristo te ruego y te suplico, que no me abandones incluso cuando sea ingrato o rebelde  a tus inspiraciones, antes bien, llévame benignamente al recto camino, cuando me he desviado de él

Ilumíname en mis dudas, en las caídas levántame, fortaléceme en los peligros, hasta que me introduzca en el cielo para gozar contigo de la felicidad eterna. Amén.

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