Para este hombre, enfocarse en uno mismo todo el tiempo es agotador, estresante y, en última instancia, conduciría a la infelicidad. “Pensar siempre en el ‘yo, yo, yo’ el día entero es muy agotador. Y es miserable”, declaró Ricard al sitio mencionado.
Los científicos le colocaron más de 100 electrodos en el cráneo y lo sometieron a una resonancia magnética. El estudio reveló que Matthieu tenía, a diferencia del ser humano promedio, un nivel más alto de actividad en la corteza cerebral prefrontal izquierda, asociada a las emociones positivas
Conseguir la felicidad, a decir del monje, es esforzarse en ser una “buena persona”. Esto no solo haría que el ser humano se sienta mejor, sino que también lograría que otros también lo hagan.
Por supuesto, no se trata de permitir que otros abusen de nosotros. “Es, más bien, esforzarse por ser amables dentro de lo razonable”, contó aBusiness Insider.
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