jueves, 18 de febrero de 2016

“Señor, sólo déjame ver que tus planes son mejores que los míos. Esta madre soltera conmovió a todos en cárcel de Juárez con el Papa Francisco


Desde este lugar donde no importa quién eres del otro lado de los muros, donde tu compañero de celda se convierte en parte de tu familia, donde compartes la mesa con extraños que se harán parte de tus días y donde todos somos iguales hasta en nuestra vestimenta, así como somos iguales ante los ojos de Dios. Esta experiencia nos va transformando.
Al inicio de este viaje llamado cárcel nos sentimos expuestos, vulnerables, solos, física y emocionalmente, parte de nosotros se ha ido pero será en nuestro interior donde encontremos la fortaleza de como tomar o cómo vivir esta experiencia.
En este mundo gris donde todos los días parecen ser iguales y donde uno no es dueño de su presente por lo tanto nuestros planes sobre nuestro futuro se convierten en inciertos. Sin embargo, sí eres dueño de ti, de tus ganas de sobrellevar la soledad y aventurarte a cambiar el rumbo de tu vida.
Levántate, que tu compañeros sea un libro que te haga viajar a través de sus páginas. Dentro de este centro las actividades religiosas constituyen un elemento primordial en nuestro  tratamiento hacia la reinserción y se convierten en el espacio personal y familiar de reflexión y conciencia de la magnitud de nuestros actos. Hoy nos alegramos porque las condiciones actuales de nuestro centro han permitido que tengamos acceso a nuestras actividades religiosas en un ambiente donde no se nos discriminan por ejercerlas y se nos alienta por atenderlas.


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