jueves, 6 de julio de 2017

A mí me hizo el soplo de Dios, el aliento del Todopoderoso me dio la vida. Job 33:4


“El da la fuerza al que está cansado y robustece al que está débil. Mientras los jóvenes se cansan y se fatigan y hasta pueden llegar a caerse, los que en El confían recuperan las fuerzas y les crecen las alas como de águilas. Correrán sin fatigarse y andarán sin cansarse” (Is 40,29-31), el apóstol Pablo nos dice en Efesios 4,22 que “desháganse ustedes del hombre viejo, de la vieja naturaleza que está corrompida, engañada por sus malos deseos”.

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