sábado, 14 de octubre de 2017

Descubrir la Presencia de Dios en lo que me va sucediendo. Abrir los sentidos y la sensibilidad a lo que procede de Dios


Que nuestro servicio y entrega a los demás no sea tanto una demostración de nuestras capacidades sino ayuda al otro, al más débil, al que incomoda, al necesitado con misericordia y humildad. Experimentar la pobreza, la ascesis del presente. Así nos iremos desposeyendo, siendo más gratuitos e incondicionales. Nos sacará de nuestro amor propio y de nuestro interés.
Recuperar toda la alegría escondida en las pequeñas cosas, que salen a nuestro paso.

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