jueves, 29 de marzo de 2018

La oración es una sencilla mirada lanzada hacia el cielo, un grito de reconocimiento y de amor, tanto desde dentro de la prueba como desde dentro de la alegría. (santa Teresa del Niño Jesús).


La humildad es la base de la oración. “Nosotros no sabemos pedir lo que nos conviene” (Rm. 8, 26) La humildad es una disposición necesaria para recibir gratuitamente el don de la oración; el hombre es un mendigo de Dios (san Agustín) Dios tiene sed de que el hombre tenga sed de Él (san Agustín)


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