martes, 10 de julio de 2018

No culpes a tus padres por los errores que cometieron contigo, pues ellos también quizás eran personas muy heridas. Los errores que cometen los padres a veces pasan de generación en generación. Sin embargo no temas, el perdón y el amor de Dios se extienden hasta las mil generaciones.



Medita sobre el verdadero significado de las palabras de Jesús: "Ama a tu prójimo como a ti mismo". Esto quiere decir que para poder amar a tu prójimo, debes amarte primero, aunque no solamente, a ti misma. ¿Cómo vas a poder amar o valorar apropiadamente a ninguna otra persona, si no te valoras y te amas a ti misma?

Tampoco dejes que lo que otras personas digan o piensen de ti determine el valor que te vas a dar a ti misma. El rechazo padecido, la culpabilidad malsana, la vergüenza y los abusos nos llevan a creer que no tenemos valor como personas.

Debes "anclarte" en el amor de Dios, que todo lo perdona y todo lo sana. Cuando comiences a experimentar el amor de Dios por ti, comenzarás a amarte a ti misma y a sanarte.

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