jueves, 27 de septiembre de 2018

Los cristianos estamos siendo observados. Es bueno recordarlo cuando interactuamos con las personas que nos rodean. La manera como reaccionamos ante las dificultades, inconvenientes y tentaciones, es un testimonio para el cristianismo, y lo último que queremos hacer es dar una falsa impresión de Cristo.



Muchas veces surgen situaciones desafiantes de repente. Por eso, es importante que nos preparemos de antemano; así estaremos equipados para dar un  buen testimonio. Para estar preparado…
Permanezca en la Palabra de Dios. Conocer la Biblia le ayuda a ver las situaciones desde la perspectiva de Dios, y a saber cómo quiere Él que usted responda.
Ore. Haga de la oración la reacción inmediata a sus problemas. Si trae sus preocupaciones a Dios, la paz del Señor guardará su corazón y su mente, lo que es un poderoso testimonio para un mundo que está observando (Fil 4.6, 7).
Confíe y obedezca. Cuando usted confía en las promesas de Dios, su paz y su confianza en Él resaltarán entre aquellos que están consumidos por el temor y la ansiedad.
Recuerde a quién le pertenece. Es de Dios y ha sido comprado por la sangre preciosa de Cristo (1 P 1.17-19). Su vida es evidencia de la gracia de Dios, y su carácter, conducta y conversación siempre deben reflejar a Cristo.
Sea benévolo y amable con los demás. No deje que sus problemas se conviertan en enojo y culpa. Los pequeños actos de bondad y un espíritu de perdón son un tremendo testimonio para un mundo donde tales cosas son raras. Las contrariedades y los problemas parecen obstáculos, pero nuestro testimonio puede cambiar la vida de alguien si refleja el amor de Jesucristo.
Fuente: Ministerios en Contacto

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