SEA UN REFUGIO EN LA TORMENTA,
Nuestra sociedad ha sido infiltrada por el mundo. El enemigo
ejerce su poder en todos los lugares donde van nuestros hijos. Si hubiera una
epidemia de polio o tifus, trataríamos de que no fueran expuestos a la
enfermedad. De la misma manera, debemos hacer todo lo posible por protegerlos
de la epidemia de inmoralidad, corrupción, vicios y de una sociedad que ignora
a Dios.
Esa es la razón por la cual creo firmemente en el valor de
buenas escuelas, donde los estudiantes no tienen que enfrentar la realidad. Sin
embargo, la verdad es que cada día son atacados cruelmente por la realidad.
Necesitan un refugio, tanto como en el hogar, donde se les
recuerde los valores cristianos y las
normas morales de Dios.
No creo
que la juventud necesite estar constantemente en el lodo para comprender que el
lodo les hace mal. No tienen por qué beber para saber los peligros del alcohol,
ni tomar drogas para saber los peligros de las drogas, ni vivir la experiencia
de cualquier otra conducta destructiva común en el mundo para aprender que es
perjudicial.
Por supuesto que si no se les enseña adecuadamente, los
hijos corren el peligro, incapaces de manejar el mundo que los rodea.
Los padres también deben hablar del efecto de las drogas
sobre el cuerpo. Han de animar a sus hijos a leer buena literatura, escuchar
buena música y evitar todo lo que contamina el cuerpo, la mente y el espíritu.
Las Escrituras nos enseñan que somos lo que pensamos. El
tiempo libre puede ser un arma del diablo, por eso es imprescindible que
planifiquemos con cuidado una agenda para nuestros hijos, determinando cuántas
horas por día dedicaremos a juegos creativos y otras actividades como familia.
Esto lleva tiempo, energía y planificación, pero es preferible a tener el
televisor como compañero. ¿Qué puede ser de más preocupación para nosotros como
padres que estar atentos a lo que llena la mente de nuestros hijos? Tal
inversión dará ricos dividendos que durarán una vida entera
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